
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Este lunes, 9 de junio, comenzó la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3). Li Junhua, alto funcionario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), será el encargado de desempeñarse como secretario general del evento. Durante su discurso inaugural, expresó con preocupación la situación de los océanos. “Estos ecosistemas se enfrentan a una crisis sin precedentes”, sintetizó.
(Lea: La mayoría de los bosques andinos en Colombia se están quedando aislados)
Junhua también advirtió que “nos estamos quedando sin tiempo para proteger los ecosistemas marinos”. La inauguración del evento sirvió como antesala para presentar los resultados de un reciente estudio publicado en la revista Global Change Biology, el cual ofrece un panorama más detallado sobre la acidificación de los océanos.
Este fenómeno, explican los investigadores, se produce cuando el dióxido de carbono (CO₂) es absorbido rápidamente por el océano, reacciona con las moléculas de agua y provoca una disminución del pH del agua de mar.
Al producirse este proceso, señala el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC, por sus siglas en inglés), “se reduce la disponibilidad de carbonato, un componente esencial para que los mariscos como los mejillones, las almejas y las ostras puedan crear sus conchas y esqueletos protectores”. Los arrecifes de coral también resultan gravemente afectados.
En el estudio reciente, los científicos del Laboratorio Marino de Plymouth (PML) del Reino Unido, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica y el Instituto Cooperativo para Estudios de Recursos Marinos de la Universidad Estatal de Oregón concluyeron que los “límites planetarios” relacionados con la acidificación se sobrepasaron hace aproximadamente cinco años.
(Puede leer: Quitarle los cuernos a los rinocerontes, al parecer, disminuiría la caza furtiva)
Cuando hablamos de límites planetarios, según la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD, por sus siglas en inglés), nos referimos a nueve umbrales críticos que son esenciales para mantener la estabilidad del planeta.
Para elaborar este estudio, los investigadores utilizaron mediciones físicas y químicas, tanto recientes como históricas, extraídas de núcleos de hielo. Estas combinaron con modelos informáticos avanzados y estudios de la vida marina, lo que permitió evaluar las condiciones oceánicas durante los últimos 150 años.
Los datos revelaron que, para 2020, la condición promedio de los océanos a nivel mundial ya se encontraba muy cerca del límite planetario de acidificación oceánica, y en algunas regiones ya lo había superado. “Cuanto más profundo se adentraban en el océano, peores eran los hallazgos. A 200 metros bajo la superficie, el 60 % de las aguas globales había superado el límite de acidificación seguro”, detalló en un comunicado Steve Widdicombe, profesor de PML.
En estas zonas, añadieron los investigadores, albergan una gran diversidad de plantas y animales. Al estar sometidas a una transformación más profunda, los impactos de la acidificación oceánica podrían ser más severos de lo que se había estimado.
(Lea también: Primer video submarino muestra impacto de las anclas de los barcos en la Antártida)
A los ojos de los investigadores, la única forma de contrarrestar esta acidificación es reducir las emisiones de CO₂. “Las medidas de conservación pueden y deben centrarse en las regiones y especies más vulnerables”, concluyeron.
🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜
