Buscan crear un santuario de ballenas
Esta semana empezó la 66ª reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), en Eslovenia, un evento que se extiende hasta el 28 de octubre y en el que se busca definir el futuro de las ballenas del Atlántico sur.
Redacción Medio Ambiente
Aunque son varios los temas que se discutirán en la agenda, dos de ellos son claves para la conservación de estos cetáceos: la propuesta para la creación de un santuario de ballenas en el Atlántico sur y la condena al programa de caza de ballenas que fue lanzado por Japón el año pasado.
La primera propuesta, que es el eje central de la reunión, plantea proteger una extensión de 20 millones de metros cuadrados —el equivalente a India y Rusia juntas— donde se prohíba la caza y, en cambio, se promueva una investigación científica que no maltrate a los animales y el ecoturismo. Medida que, según explica Efe Verde, lograría proteger 51 especies de ballenas y delfines.
Esta no es la primera vez que la CBI hace esta propuesta. En el 2014, la idea se hundió con el 69 % de los votos a favor, ya que el umbral de aprobación de la comisión es del 75 %.
Japón y su polémica caza de ballenas
Uno de los países que más críticas deberán enfrentar durante el evento es Japón, debido a la expedición supuestamente “científica” en busca de ballenas en la Antártida que lanzó para la temporada 2015-2016. Un proyecto que fue muy criticado, ya que las más de 300 ballenas que mataron en sus flotas fueron vendidas una vez cumplieron sus “propósitos científicos”.
De este modo, según varias organizaciones, Japón usó la ciencia para violar varios tratados.
La CBI sólo permite cazar estos animales para la práctica aborigen de subsistencia y si hay motivos científicos. La estrategia de Japón, entonces, fue hacer pasar su caza comercial como una investigación, pues finalmente los animales fueron vendidos.
Esto sin contar con que ese país reanudó la caza sólo un año después de que la Corte Internacional de Justicia decidiera que esta práctica no era científica y debía cesar.
Aunque son varios los temas que se discutirán en la agenda, dos de ellos son claves para la conservación de estos cetáceos: la propuesta para la creación de un santuario de ballenas en el Atlántico sur y la condena al programa de caza de ballenas que fue lanzado por Japón el año pasado.
La primera propuesta, que es el eje central de la reunión, plantea proteger una extensión de 20 millones de metros cuadrados —el equivalente a India y Rusia juntas— donde se prohíba la caza y, en cambio, se promueva una investigación científica que no maltrate a los animales y el ecoturismo. Medida que, según explica Efe Verde, lograría proteger 51 especies de ballenas y delfines.
Esta no es la primera vez que la CBI hace esta propuesta. En el 2014, la idea se hundió con el 69 % de los votos a favor, ya que el umbral de aprobación de la comisión es del 75 %.
Japón y su polémica caza de ballenas
Uno de los países que más críticas deberán enfrentar durante el evento es Japón, debido a la expedición supuestamente “científica” en busca de ballenas en la Antártida que lanzó para la temporada 2015-2016. Un proyecto que fue muy criticado, ya que las más de 300 ballenas que mataron en sus flotas fueron vendidas una vez cumplieron sus “propósitos científicos”.
De este modo, según varias organizaciones, Japón usó la ciencia para violar varios tratados.
La CBI sólo permite cazar estos animales para la práctica aborigen de subsistencia y si hay motivos científicos. La estrategia de Japón, entonces, fue hacer pasar su caza comercial como una investigación, pues finalmente los animales fueron vendidos.
Esto sin contar con que ese país reanudó la caza sólo un año después de que la Corte Internacional de Justicia decidiera que esta práctica no era científica y debía cesar.