Este fin de semana mataron con un tiro a la hembra de una pareja de aguilas harpía que estaba anidando en el Jardín Botánico de Bahía Solano, en el departamento del Chocó, y le cortaron una pata como trofeo.
Según lo denunció Rodrigo Gaviria, médico de Medellín y aficionado a las aves, hace cerca de un mes el hijo de un compañero suyo aseguró que en ese rincón del Chocó habían visto una escena inusual: a una pareja de aguilas en libertad en pleno bosque chocoano.
Como Gaviria es fotógrafo y miembro de la La Sociedad Antioqueña de Ornitología (SAO) les avisaron a varios investigadores y aficionados para pudieran verlas y emprendieran un estudio durante todo un año, que es el tiempo que dura el proceso de anidamiento mientras los adultos crían a sus pichones, como lo explicó. “Estas aves están en vía de extinción y rara vez se ven en Colombia”.
Por eso, iba a haber, según contó, un despliegue de ornitólogos que las pudieran observar, dado que tenerlas en su ambiente natural no es común. Esto obedece a que estas aves son muy dependientes de los bosques primarios y se alimentan de monos y de osos perezosos. “Si uno quiere verlas es difícil. Yo me tardé 15 años en ver la primera en el Darién entre Panamá y Colombia”, sostuvo Gaviria.
Rodrigo Gaviria fue enfático en decir que con este lamentable hecho la region dejó de percibir una innumerable cifra de dinero por concepto de turismo y de avifauna con una de sus aves insignia. “No se dan cuenta del daño que han hecho desde el punto ecológico y económico a la región porque durante un año iba a atraer turistas que benefician a los transportadores, hoteleres, restaurantes”, aseguró Gaviria.
Por ahora, la Sociedad de Ornitología está haciendo su gestión para traer al ave a la universidad Eafit de Medellín que tiene convenio con el Jardín Botánico de Bahía Solan, donde podrán investigar lo sucedido. Es muy difícil que el macho críe a los pichones y por eso están evaluando la posibilidad de criarlos en cautiverio.