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El hielo más antiguo hallado en la Antártida revela señales de un clima extremo

Un equipo de científicos descubrió en la Antártida un fragmento de hielo con más de seis millones de años, el más antiguo hallado hasta ahora en el planeta. El hallazgo se produjo en las colinas de Allan Hills, una zona conocida por preservar capas de hielo desplazadas por el viento y el tiempo.

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01 de noviembre de 2025 - 07:59 p. m.
Gracias a nuevas técnicas de datación con isótopos, los investigadores pudieron confirmar su antigüedad y reconstruir cómo eran las concentraciones de dióxido de carbono y las temperaturas de la Tierra cuando aún no existían los casquetes polares modernos.
Gracias a nuevas técnicas de datación con isótopos, los investigadores pudieron confirmar su antigüedad y reconstruir cómo eran las concentraciones de dióxido de carbono y las temperaturas de la Tierra cuando aún no existían los casquetes polares modernos.
Foto: Oregon State University
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Hace unos seis millones de años, cuando el clima del planeta era mucho más cálido, diminutas burbujas de aire quedaron atrapadas en el hielo de la Antártida. Selladas durante milenios, esas burbujas sobrevivieron al paso del tiempo y hoy permiten asomarse a una versión muy distinta de la Tierra.

Un equipo internacional de científicos logró recuperar fragmentos de ese hielo en la región de Allan Hills, en la Antártida Oriental. Como explicaron los autores en un comunicado, los cilindros obtenidos (con una antigüedad estimada de seis millones de años) son las muestras de hielo datadas directamente más antiguas del planeta. En su interior, cada burbuja actúa como una cápsula microscópica que conserva rastros de la atmósfera primitiva: gases, polvo y partículas que permiten reconstruir cómo era el clima en esa época.

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“Los núcleos de hielo son como máquinas del tiempo que nos permiten observar cómo era nuestro planeta en el pasado”, explicó Sarah Shackleton, investigadora de la Institución Oceanográfica Woods Hole. “Los núcleos de Allan Hills nos ayudan a viajar mucho más atrás de lo que imaginábamos posible”.

El hallazgo fue posible gracias a una serie de perforaciones realizadas entre 100 y 200 metros de profundidad. A diferencia de los proyectos que buscan núcleos continuos (y que requieren excavar hasta dos kilómetros bajo la superficie), los investigadores aprovecharon una ventaja natural: en Allan Hills, el movimiento del hielo y la topografía empujan las capas más antiguas hacia arriba.

“Sabíamos que el hielo de esta región era antiguo”, añadió Ed Brook, paleoclimatólogo de la Universidad Estatal de Oregón y director de COLDEX, el consorcio que lideró la investigación. “Esperábamos encontrar hielo de tres millones de años, pero este descubrimiento superó todas nuestras expectativas”.

El equipo todavía estudia por qué ese hielo ha sobrevivido tan cerca de la superficie. Según Shackleton, probablemente se deba a una combinación de fuertes vientos, que dispersan la nieve fresca, y temperaturas extremas que ralentizan el movimiento del hielo.

Una vez en el laboratorio, las muestras revelaron que la región se ha enfriado unos 12 °C en los últimos seis millones de años, lo que confirma que la Tierra era mucho más cálida en ese periodo.

Cada centímetro de esos cilindros helados, dicen los investigadores, amplía la memoria climática del planeta y ayuda a comprender cómo respondía la atmósfera antes de que existiera la especie humana.

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