
Los proyectos de infraestructura y explotación de recursos muchas veces se aprueban sin tener en cuenta la valoración de la naturaleza que hacen las comunidades que habitan en esos territorios.
Foto: EFE - Antonio Lacerda
En 2016, la Corte Constitucional de Colombia decidió reconocer al río Atrato, uno de los más importantes del país, como sujeto de derechos. Dentro de las consideraciones que tuvieron en cuenta los magistrados se encontraban los derechos bioculturales, una gran novedad en este tipo de procesos, y otros como el derecho al acceso al agua, la vida, la salud y el medio ambiente. La sentencia T-266 se convirtió en un hito más allá de la jurisprudencia, porque reconoció que existe una relación entre la naturaleza y las comunidades que viven en la...

Por Andrés Mauricio Díaz Páez
Periodista y politólogo enfocado en temas ambientales, transición energética y educación.diazporlanocheamdiaz@elespectador.com
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