Haciendo la Paz con la Naturaleza
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Andrés, firmante de los Acuerdos de Paz, y miembro del emprendimiento ecoturístico Guardianes del Yuruparí, en el Raudal del Guayabero en proximidades del Río Guaviare, cuenta que su afinidad por la naturaleza se despertó cuando ayudaba a su familia en las labores del campo en donde había muchos árboles que le servían para pensar y relajarse. Por razones del conflicto, se enlistó en la guerrilla, aunque fueron tiempos difíciles, también encontró refugio emocional en los árboles y aprendió sus usos en medicina tradicional.
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Como firmante de Paz, Andrés ha sido unos de los participantes más destacados del proyecto Paz con La Naturaleza, fundado en el 2017. Dice que “le ha ofrecido una oportunidad para documentar, de forma participativa y divertida, la flora y fauna de la ruta ecológica para su proyecto de ecoturismo, ayudando a crear conciencia de lo que se está protegiendo”.
Así como él, más de 600 firmantes de paz, víctimas del conflicto y miembros de comunidades locales e indígenas de 35 organizaciones, han participado en los talleres y bio expediciones participativas del proyecto Paz con la Naturaleza liderado por el autor de ese artículo de la Universidad de Sydney Australia y financiado por fondos (UKPACT) del Reino Unido. Este proyecto pone sobre la mesa las relaciones de paz y biodiversidad, reincorporación y medio ambiente, ciencia participativa y defensa del territorio, pedagogía y la educación comunitaria, y bienestar y reconciliación para empoderar a los participantes en la protección de la biodiversidad y el desarrollo socioeconómico sostenible.
Lo que falta por conocer de la megabiodiversidad colombiana
Colombia ocupa el tercer lugar con mayor biodiversidad en el planeta; el primer lugar en especies de aves, mariposas y orquídeas; el segundo lugar en abundancia de plantas, palmas, anfibios, peces de agua dulce y murciélagos, el tercer lugar en especies de palmas y reptiles, y el quinto lugar en especies de mamíferos. Esta biodiversidad se distribuye en 311 ecosistemas costeros y continentales, incluyendo la Amazonia, Chocó biogeográfico y los Andes.
Los inventarios de biodiversidad desde el siglo XVII hasta la fecha han sido importante para acercarnos a conocer más lo que tenemos. Los Acuerdos de Paz del 2016 entre el gobierno y las antiguas FARC-EP generaron un nuevo ambiente y la posibilidad de que muchas áreas que no eran accesibles a la ciencia antes, lo empezaran para ser, ofreciendo oportunidades para su documentación.
Es así que el programa Colombia Bio articuló 20 expediciones científicas con la participación de más de 800 investigadores entre el 2016 y 2018. Comparando los datos del Sistema de Información de Biodiversidad (SiB) desde el 2016 hasta la fecha hubo un crecimiento del 35% en el número de especies observadas en Colombia, pasando de 56.343 a 75.766.
Esto solo representa la una tercera parte de las 200.000 especies estimadas para Colombia (SiB) quedando mucho por documentar por la ciencia, lo cual también significa una oportunidad para los investigadores y también para fomentar la apropiación social del conocimiento por parte del público.
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El rol de las comunidades en la documentación de la biodiversidad
El proyecto Paz con la Naturaleza tiene como eje metodológico central la participación de las comunidades en documentar la biodiversidad de sus territorios como en Guaviare, Meta y Caquetá donde venimos trabajando. Usando pedagogías y educación centrada en las características y necesidades de los participantes, se realizan talleres teórico-prácticos de 1 semana que requieren considerable preparación y logística. Diez de estos ejercicios se han implementado incluyendo en el Raudal del Guayabero, donde se capacitaron 25 firmantes de paz, víctimas del conflicto y miembros de comunidades vecinas en técnicas y herramientas de documentación de la biodiversidad (cámaras trampa, binoculares, cámaras fotográficas, usos de trampas y redes, muestreo, monitoreo de cantos e identificación de huellas).
Así mismo, se familiarizaron con el uso de plataformas digitales como iNaturalist (Naturalista en Colombia), un repositorio virtual para involucrar al público en documentación de la biodiversidad en todo el mundo. Como resultado, se realizaron 270 observaciones con registros fotográficos, los cuales se subieron a Naturalista. Su asignación taxonómica se basó en la recomendación de los expertos Instituto Sinchi, Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, la Universidad de Sydney y otras instituciones.
Este fue complementado con la identificación sugerida por el sistema automatizado de Naturalista, así como por las recomendaciones de la comunidad de identificadores de este aplicativo. En el caso de las plantas dadas su complejidad, fueron de las únicas que se obtuvo material para luego ser identificado por el Instituto Sinchi.
A través de Naturalista, las observaciones se agruparon en 170 posibles especies: 37% insectos, 27% plantas, 19% aves, 5% hongos, 3% mamíferos, reptiles 4% y 2% peces. Eventualmente, fue posible asignarle una identificación específica a 60 de las especies, mientras que el resto solo fue posible delimitar familia o género. Llama la atención, la alta riqueza de especies con relación al tamaño pequeño del área de estudio en el Raudal, que queda al borde de áreas deforestadas y un parque natural. Esto podría indicar la importancia de áreas pequeñas en regiones con alta densidad de especies.
Paz con La Naturaleza también promueve que las comunidades exploren usos creativos de la biodiversidad de forma sostenible para el mejoramiento del nivel de vida. Fue así que los inventarios de biodiversidad se usaron en los emprendimientos de ecoturismo de los participantes para desarrollar guías ilustrativas de flora y fauna para la guianza de los turistas, involucrar los turistas en el uso de Naturalista para documentar la biodiversidad y desarrollar actividades lúdicas de contemplación y sensoriales usando los cantos de las aves, olores de la tierra y texturas de las plantas.
También para diseñar actividades de avistamiento de aves. Jessica, miembro del proyecto Huellas de manuel en Mesetas y una de las más jóvenes en uno de los talleres, recuerda así su experiencia: “Aprendimos sobre la meditación, deforestación, avistamiento de aves. Me sirvió para descubrir nuevas especies de aves, como identificar animales, estos conocimientos también se pueden usar para actividades de atraer turistas y sacarles el mejor provecho.”
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El modelo del proyecto Paz con la Naturaleza se enfoca en fortalecer la capacidad de las comunidades para la apropiación social del conocimiento sobre la biodiversidad y desarrollo economías verdes sostenibles como base para la protección del medio ambiente y reducción de factores que impactan la pérdida de biodiversidad generando espacios para fortalecer la reincorporación, reconciliación y paz en el país.
Por estas razones, es importante que el gobierno nacional incremente los fondos dedicados a propósitos de educación y protección ambiental articulando con la cooperación internacional e instituciones de investigación del país.
El renacer de la ciencia participativa
La ciencia participativa es la colaboración entre investigadores y el público para recopilar y analizar datos de cualquier disciplina y campos para un propósito común. La ciencia participativa es un práctica antigua si se considera que las poblaciones ancestrales indígenas fueron los primeros naturalistas quienes hace miles de años describieron su entorno natural a través símbolos e imágenes, describiendo la flora y fauna, usando pinturas y grabados rupestre de Sulawesi en Indonesia, Altamira en España, Nawarla Gabarnmang en Australia y la Lindosa, el Chiribiquete, Montes de Maria, Tunjo, Tequendama, San Agustín, y Ríos Orinoco medio y Guayabero en Colombia.
El primer proyecto formal de ciencia ciudadana se enfocó en contar aves en los Estados Unidos en 1900. Siglos atrás también hubo personas que como aficionados hacían ciencia ciudadana. Por ejemplo, Charles Darwin, conocido por sus contribuciones a la biología evolutiva y documentación de más de un millar de especies durante sus viajes como ayudante del Beagle en las costas de Sudamérica y Australia entre 1831 y 1836.
Una de las herramientas principales de ciencia participativa actual son los aplicativos digitales, los cuales son variados dependiendo del tema y propósito. El aplicativo más usado en la documentación de la biodiversidad es Naturalista el cual acepta registros de todos los grupos taxonómicos, pero también, los hay especializados sólo para aves, insectos, ranas, mariposas y helechos entre otros. Naturalista también es usado por el Instituto Humboldt en su programa de Ciencia Participativa y Enfoque Biocultural dirigido por Carolina Soto-Vargas.
“Hemos desarrollado varios esfuerzos comunitarios, conocidos como BioBlitz con el propósito de registrar tantas especies de flora y fauna como sea posible dentro de áreas y períodos de tiempo designados”, dice Soto-Vargas.
Alistándonos para la COP16
El proyecto Paz con la Naturaleza coincide con los propósitos de COP16, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD), ya que trabajamos por un país en donde las personas y la naturaleza puedan vivir en paz y hagamos una gran coalición para protegerla.
Los Firmantes de Paz, víctimas del conflicto y comunidades locales se están alistando para mostrarle al país y comunidad internacional la biodiversidad de los territorios y su proceso de convertirse en guardianes de la biodiversidad. Gracias al apoyo de Conflict, Stability and Security Fund (CSSF) del Reino Unido y aliados como el CIAT, ARN e instituto Sinchi se planea hacer un conversatorio sobre la documentación participativa y protección de la biodiversidad y uso sostenible a través del ecoturismo que vienen implementando los Firmantes de Paz y comunidades del territorio.
*Profesor Asociado Facultad de Ciencias, Universidad de Sídney, Australia. Director de Paz con la Naturaleza.
Por Jaime Góngora*
