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La primera vez que Megan Epler vino a Colombia, fue en 1986. Se había ganado una beca Fullbright junto a su esposo para grabar un documental sobre la biodiversidad de los bosques de nubes en Nariño y aprovecharon ese año para recorrer el país. La autora de Turismo sostenible en un planeta finito y directora de la Iniciativa de Turismo Sustentable Internacional en Harvard, asegura que aquí nació su afición por el tema.
El Espectador conversó con la experta norteamericana, quien será la conferencista principal de la Feria Internacional de Aves en Cali del 16 al 18 de febrero. Su experiencia como fundadora de la Sociedad Internacional de Ecoturismo (TIES) podría ser de ayuda para impulsar este mercado en el segundo país más biodiverso del mundo. (Lea: El "boom" de las aves en la sucursal del cielo)
Usted dice que el turismo sostenible debe ser primero una forma exitosa de comercio antes de que pueda ser una herramienta de conservación. ¿A qué se refiere con eso?
Durante décadas de trabajo en ecoturismo en zonas de alta biodiversidad, he visto muchos ejemplos trágicos donde la gente hace planes sin conciencia de las tendencias del mercado y la importancia de socios que puedan guiar y manejar ecoturismo en el mundo exterior. Con comunidades locales, a veces se necesita más experiencia con el servicio y tipos de expectativas que los turistas tengan. También, el suministro de turismo internacional es muy complicado y la gente no llega a nuevos sitios porque no hay guías que puedan llevarles a zonas a veces muy remotas. Por eso es importante hacer planificación y un análisis del mercado.
¿Cuál sería el principal reto que enfrentan las comunidades colombianas para acceder a este mercado?
Los retos están en la inexperiencia de comunidades locales trabajando con los mercados nacionales e internacionales; las tendencias de cambios rápidos en el suministro digital; el problema de la organización del territorio en un forma del nivel regional para la protección de los recursos naturales de alto valor, y el reto de atraer capital para la preparación de las comunidades, las cuales no pueden guiar su propios barquitos en turismo y manejar el turismo local sin inversión apropiada y una buena planificación local.
¿Cómo se mide la sostenibilidad en el turismo?
En mi trabajo en Harvard llegamos a la conclusión de que se necesita un sistema internacional que mida los impactos con unos indicadores científicos. El problema en el momento con la gran mayoría de los sistemas consiste en que se presentan indicadores subjetivos que no tienen la posibilidad de verificación objetiva.
¿Cuáles son las primeras inversiones que deben hacerse?
Planificación es la primera obligación. Para Colombia, con una fantástica riqueza cultural y de medio ambiente, se necesita preparar planes regionales con datos de los sitios de alto valor turístico y medición de las líneas con base en indicadores racionales y científicos, no sólo en áreas protegidas, sino también en zonas regionales donde el turismo está creciendo. Con un sistema de planificación nacional, para la protección de zonas regionales, y medición con las comunidades y municipios locales, Colombia puede saber no sólo dónde se puede poner el mercado, sino también cómo puede proteger la zona a corto y largo plazo, con participación local y un manejo respaldado por datos esenciales.
Megan Epler también lidera un programa sobre turismo sostenible en el Centro para la Empresa Global Sustentable en la Universidad de Cornell (Estados Unidos), y es Directora de EplerWood International. Foto: Cortesía.
¿Cuál es el secreto para lograr la sostenibilidad en el turismo?
El secreto está en la inversión en la protección y manejo de los recursos esenciales para el turismo y la atención a la necesidad de infraestructura pública para incentivar el turismo, preservar la salud pública y avanzar en la inversión en energía renovable, tratamientos de residuos con sistemas innovadores y tratamiento de aguas negras con sistemas que puedan servir no sólo al turismo, sino a las comunidades locales. En nuestra investigación descubrimos que la falla en la infraestructura para el turismo en ciertas zonas está bajando la calidad de vida de la gente local, de manera que contradice totalmente la definición de sostenibilidad.
¿Un país podría vivir del turismo sostenible?
El problema de dependencia está en que en la economía del turismo se necesita un flujo grande y consistente de visitantes, y a veces estos flujos están interrumpidos por problemas internos o externos. Uno interno sería que no persevere la paz en Colombia. Externos serían, por ejemplo, los riesgos por el cambio climático, especialmente en zonas costeras. Los impactos de tormentas fuertes pueden impactar toda la economía turística por años. Es difícil prevenir estas tragedias, pero es esencial pensar ahora mismo cómo las zonas turísticas costeras pueden prepararse y mitigar los daños si están totalmente dependientes de la economía sin chimeneas (como se le llama coloquialmente al turismo).
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