Deben tomarse medidas urgentes para cambiar el tono “tóxico” de las negociaciones relacionadas con los impactos irreversibles del cambio climático, dijeron los líderes de la ciencia y la sociedad civil a los líderes políticos en la COP26.
Los delegados dicen que los países ricos han estado luchando contra las llamadas de los países afectados por el clima en busca de apoyo financiero para evitar y abordar las pérdidas y los daños.
El término “pérdidas y daños” se refiere a los impactos irreversibles del cambio climático que ya no se pueden adaptar o mitigar, generalmente asociados con eventos climáticos extremos como inundaciones, sequías e incendios forestales.
Los líderes climáticos no gubernamentales han dicho que la financiación climática, en particular para pérdidas y daños, es uno de los temas más importantes para los países en desarrollo que se debatirán en la cumbre climática.
Pero algunos dicen que el espacio para resolver el problema se ha restringido, y que las conversaciones sobre pérdidas y daños se han dejado de lado. Cientos de personas llenaron los pasillos dentro de la Zona Azul de la COP26 el lunes en un esfuerzo por unirse a una reunión de pérdidas y daños organizada por la presidencia de la COP y el Centro Climático de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, pero muchos fueron rechazados cuando la sala alcanzó su capacidad.
Saleemul Huq, director del Centro Internacional para el Cambio Climático y el Desarrollo (ICCCAD) en Bangladesh, dijo que las conversaciones sobre pérdidas y daños deben apelar a los corazones y la humanidad de los negociadores.
“Desafortunadamente, las negociaciones se estancan en cuestiones tóxicas de responsabilidad y compensación”, dijo Huq en la reunión de la presidencia. “Necesitamos pensar en la humanidad. Eso es lo que estamos pidiendo aquí y no estamos recibiendo mucho a cambio”. El gobierno de Escocia prometió la semana pasada £ 1 millón (US $ 1,36 millones) por pérdidas y daños, apoyando una asociación con el Fondo de Resiliencia de la Justicia Climática con sede en EE. UU. Para ayudar a las comunidades a reconstruirse después de eventos relacionados con el clima.
Si bien esa cifra es pequeña, podría ser “la gota que inicia la lluvia”, según James Bhagwan, secretario general de la Conferencia de Iglesias del Pacífico. Hace doce años, en la cumbre climática de la ONU en Copenhague, los países desarrollados acordaron movilizar $ 100 mil millones al año en financiamiento climático para 2020, una promesa que aún no se ha cumplido.
Sven Harmeling, líder de políticas globales sobre cambio climático y resiliencia en CARE International, cree que los países en desarrollo están siendo “silenciados” por los países ricos que se resistieron a los llamados para discutir la financiación de pérdidas y daños. “Creemos que es absolutamente inapropiado”, dijo Harmeling. “Cuando los países desarrollados prometieron los US $ 100 mil millones, fue para adaptación y mitigación. Fue en un momento, 2009, cuando básicamente nadie hablaba de pérdidas y daños.
“También argumentamos que existe una necesidad adicional de financiamiento para abordar las pérdidas y los daños. A los países desarrollados no les gusta esa idea y tampoco les gusta la idea de un flujo de financiación independiente. Creo que hay formas en la práctica en las que la adaptación y las acciones de pérdida y daño pueden integrarse, pero todavía no son lo mismo”.
Mohamed Adow, director del grupo de expertos en energía y clima Power Shift Africa, dijo que las conversaciones sobre pérdidas y daños a menudo dejaban fuera el tema de las finanzas, para evitar discusiones sobre responsabilidad legal y compensación. Pero dijo que las negociaciones habían ido más allá de la cuestión de la indemnización y que había muchas formas de brindar apoyo sin asumir responsabilidades.
María Laura Rojas Vellejo, directora ejecutiva del grupo climático colombiano sin fines de lucro Transforma, dijo que la calidad del apoyo financiero disponible para pérdidas y daños sería crucial. “Lo que quiero decir con calidad es, ¿cómo se ponen a disposición de los países en desarrollo los recursos que están disponibles para la financiación climática?” Dijo Rojas Vellejo. “El problema con esto es que muchos de [los recursos] están disponibles en forma de préstamos, lo que aumenta la deuda pública de los países. Éste no debería ser el caso.”
Dijo que se deben otorgar “préstamos en condiciones favorables”, aquellos que tienen tasas de interés inferiores a las del mercado o períodos de reembolso más largos, y las subvenciones deben estar disponibles, en lugar de solo préstamos comerciales y privados.
En la cumbre climática más reciente, la COP25 de Madrid en 2019, la Red de Santiago se estableció para evitar, minimizar y abordar las pérdidas y los daños mediante la catalización de la asistencia técnica para los países en desarrollo vulnerables al clima.
“Hasta ahora, [la Red de Santiago] solo ha sido un sitio web donde algunas organizaciones se han inscrito”, dijo Harmeling. “Aún no hay capacidad de secretaría, las funciones han sido muy amplias. Es importante dejar en claro los próximos pasos. “Como medida provisional, debe haber una secretaría claramente dedicada con apoyo financiero. Espero que lleguemos a esto al final de esta COP”.
Por Scidev.net
