Con fuertes críticas a la conferencia oficial convocada por la ONU para discutir los desafíos ambientales del mundo, las organizaciones ambientalistas iniciaron este viernes, en Rio de Janeiro, el encuentro paralelo o Cumbre de los Pueblos. Para los organizadores de esta cumbre alterna a la que formalmente se conoce como Río+20, el encuentro oficial no está preocupado por los problemas ambientales y sociales, sino por una nueva forma de rearticulación del capital, pautada por las grandes corporaciones, por lo que le han declarado la guerra a uno de los principales pilares de la Conferencia de la ONU: La transición hacia la economía verde.
El evento paralelo, que pretende reunir hasta el próximo 22 de junio a más de 20.000 personas interesadas en el futuro medio ambiental del planeta, tiene en su agenda más de 700 actividades programadas alrededor del Aterro de Flamengo, una de las principales áreas verdes de la ciudad, frente a la bahía de Guanabara.
Los debates durante la cita estarán concentrados en cinco temas principales: justicia social y ambiental, bienes comunes, soberanía alimentaria, energía y trabajo, y el 20 de junio, cuando se inaugura Río+20, habrá una gran marcha en el centro de Río de Janeiro paralela al encuentro de jefes de Estado y de Gobierno. Los activistas creen que serán pocos los avances en la Conferencia de Rio (citada por la ONU) si la sociedad civil no cobra protagonismo en las discusiones.
La organización de la Cumbre de los Pueblos está a cargo del Comité Facilitador de la Sociedad Civil Brasileña para la Río+20, creado en enero de 2011 en el Foro Social Mundial celebrado en Senegal y del cual forman parte 33 organizaciones sociales del país suramericano. Entre las organizaciones internacionales participantes destacan Oxfam, Amazon Watch, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y Vía Campesina.
Igualmente estarán presentes delegados de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), miembros del espectro ambientalista, sindicatos, defensores de los derechos humanos, el Foro de Sao Paulo, organizaciones partidarias del aborto y opositores al uso de la energía nuclear y a la construcción de hidroeléctricas en la Amazonía.
La Cumbre de los Pueblos celebrará todos los días actividades autogestionadas y asambleas plenarias en las que se debatirán las propuestas para la Río+20, pero también habrá numerosos actos culturales.