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Curar las heridas que dejó el tráfico de fauna

Muchos animales rescatados del tráfico ilegal en diferentes lugares de Colombia terminan en un espacio en el norte de Bogotá: el Centro Temporal de Fauna Silvestre, donde un equipo de biólogos, veterinarios y zootecnistas atienden sus problemas de salud para que puedan recobrar su libertad.

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Esteban Piñeros Martínez
04 de enero de 2021 - 01:26 a. m.
Este capuchino (también llamado mono cariblanco), en edad geriátrica, fue rescatado del cautiverio en una casa donde lo mantenían de mascota.
Este capuchino (también llamado mono cariblanco), en edad geriátrica, fue rescatado del cautiverio en una casa donde lo mantenían de mascota.
Foto: Cortesía

Cuando Johanna Izquierdo estaba estudiando Biología en la U. Javeriana de Bogotá, ver una rana arlequín venenosa era un descubrimiento digno de celebración. Bastaban unos segundos para que aparecieran las sonrisas de los investigadores bajo la humedad de las selvas del Chocó. En la actualidad, Johanna puede ver a cientos de ejemplares de todas las especies de anfibios en la comodidad de su trabajo. Tan solo el año pasado, en abril, fueron 400 ranas venenosas, en lugar de una, las que aparecieron en su puerta. Pero lo que antes era un motivo...

Por Esteban Piñeros Martínez

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María(60274)04 de enero de 2021 - 05:33 a. m.
Que triste, que valientes son esas personas que meten su pecho para proteger a los animales y para curarlos.
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