Dejar de comer carne de res es esencial para combatir el cambio climático

Un exhaustivo estudio determinó que habría que hacer un cambio radical en la ganadería y la agricultura mundial para evitar que el planeta pierda su capacidad de producir alimentos

- Redacción Vivir
11 de octubre de 2018 - 08:25 p. m.
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El último informe del IPCC dejó a más de uno con los pelos de punta. Mientras que los esfuerzos mundiales, como el Acuerdo de París, aseguraban que el remedio era mantener la temperatura global a menos de 2 ºC, el IPCC (un panel compuesto por más de 150 científicos calificados en el tema) determinó este lunes en un informe especial que la única manera para mitigar esta problemática es impedir que el calentamiento suba a más de 1.5 grados centígrados.

¿Qué hacer para evitarlo?

Un estudio determinó que las enormes reducciones en el consumo de carne son esenciales para evitar el peligroso cambio climático, según el análisis más completo hasta el momento del impacto del sistema alimentario en el medio ambiente. 

De acuerdo con The Guardian, en los países occidentales, el consumo de carne de res debe disminuir en un 90% y ser reemplazado por cinco veces más frijoles y legumbres. La investigación también encuentra que se necesitan enormes cambios en la agricultura para evitar destruir la capacidad del planeta para alimentar a los 10 mil millones de personas que se espera que estén en el planeta en unas pocas décadas.

Según el informe del IPCC, si no cambios radicalmente la manera de producir alimentos, el impacto empeorará a medida que la población mundial aumente en 2.300 millones de personas para 2050 y el ingreso global se triplique, permitiendo que más personas coman dietas occidentales ricas en carne.

El estudio ““Greening the food sector or eating up our planet: this is what is on the menu today” fue realizado por la Universidad de Oxford y el Potsdam Institute for Climate Impact Research, en Alemania.

La nueva investigación, publicada en la revista Nature, es la información más completa hasta la fecha y combinada de todos los países para evaluar el impacto de la producción de alimentos en el medio ambiente mundial. Luego examinó lo que se podría hacer para detener la crisis alimentaria que se avecina. (Lea también: Solo quedan 12 años para evitar los efectos catastróficos del cambio climático)

Los investigadores proponen una dieta “flexitariana” para poder mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 1.5 grados. Significa que el ciudadano promedio del mundo necesita comer 75% menos de carne de res, 90% menos de carne de cerdo y la mitad del número de huevos, mientras triplica el consumo de frijoles y legumbres y cuadruplica las nueces y las semillas. Esto reduciría a la mitad las emisiones del ganado y una mejor gestión del estiércol permitiría nuevos recortes.

En países de altos ingresos, se debe recortar la carne aún más. En Reino Unido y Estados Unidos necesitan cortar la carne en un 90% y la leche en un 60% mientras aumentan los frijoles y las legumbres entre cuatro y seis veces. Sin embargo, los millones de personas en naciones pobres que están desnutridas necesitan comer un poco más de carne y productos lácteos.

De acuerdo con The Guardian, para detener la deforestación, la escasez de agua y la contaminación por el uso excesivo de fertilizantes, se necesitan cambios profundos en las prácticas agrícolas. Estos incluyen el aumento de los rendimientos de los cultivos en las naciones más pobres, más almacenamiento de agua universal y un uso mucho más cuidadoso de los fertilizantes.

Por - Redacción Vivir

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