Dos aves van al oftalmólogo en Barranquilla

Descemetocele. Ese fue el diagnóstico que recibieron en el zoológico de Barranquilla un alcaraván y un perico frentirrojo luego de una revisión preventiva por parte del personal veterinario de la institución. Sin tratamiento, las dos aves corrían el riesgo de perder la vista. Esta enfermedad también afecta a humanos.

Con la ayuda de un microscopio quirúrgico y una sutura tan delgada como un cabello humano, las dos aves nativas fueron sometidas a cirugía. El descemetocele se manifiesta por medio de lesiones en la córnea que pueden comprometer la visión  de quien la padece.

“El equipo de profesionales en oftalmología, liderado por el doctor Oscar Albis, reconocido médico de la ciudad, llevó a cabo un procedimiento que consistió en cerrar temporalmente el ojo comprometido, con el fin de promover la cicatrización de la porción afectada del ojo”, explicaron los voceros del zoológico a través de un comunicado.  

Aunque esta condición no ponía en riesgo la vida de estos particulares pacientes, una intervención oftalmológica a tiempo garantiza una mejora en su bienestar. Las dos aves se encuentran en la clínica del Zoológico, donde permanecerán hasta tanto finalice su proceso de recuperación, en el que los profesionales del Zoo, además de suministrar los medicamentos necesarios en esta etapa, revisan de cerca la efectividad de las cirugías. 

Gracias a al programa Amigos Médicos del Zoo, la institución ha reclutado profesionales en la ciudad dispuestos a ayudar en la atención de los animales. El alcaraván y el perico se suman a una larga lista de pacientes oftalmológicos entre los que figuran jaguares, avestruces y reyes gallinazos.

Descemetocele. Ese fue el diagnóstico que recibieron en el zoológico de Barranquilla un alcaraván y un perico frentirrojo luego de una revisión preventiva por parte del personal veterinario de la institución. Sin tratamiento, las dos aves corrían el riesgo de perder la vista. Esta enfermedad también afecta a humanos.

Con la ayuda de un microscopio quirúrgico y una sutura tan delgada como un cabello humano, las dos aves nativas fueron sometidas a cirugía. El descemetocele se manifiesta por medio de lesiones en la córnea que pueden comprometer la visión  de quien la padece.

“El equipo de profesionales en oftalmología, liderado por el doctor Oscar Albis, reconocido médico de la ciudad, llevó a cabo un procedimiento que consistió en cerrar temporalmente el ojo comprometido, con el fin de promover la cicatrización de la porción afectada del ojo”, explicaron los voceros del zoológico a través de un comunicado.  

Aunque esta condición no ponía en riesgo la vida de estos particulares pacientes, una intervención oftalmológica a tiempo garantiza una mejora en su bienestar. Las dos aves se encuentran en la clínica del Zoológico, donde permanecerán hasta tanto finalice su proceso de recuperación, en el que los profesionales del Zoo, además de suministrar los medicamentos necesarios en esta etapa, revisan de cerca la efectividad de las cirugías. 

Gracias a al programa Amigos Médicos del Zoo, la institución ha reclutado profesionales en la ciudad dispuestos a ayudar en la atención de los animales. El alcaraván y el perico se suman a una larga lista de pacientes oftalmológicos entre los que figuran jaguares, avestruces y reyes gallinazos.