Ejército de alta montaña repuebla con frailejones el páramo de Barragán

Los soldados trabajan en el Centro de Investigación y Producción de Especies de Flora del Páramo, un laboratorio de alta tecnología único en Colombia que tiene 14.000 plántulas de frailejón en crecimiento.

David Quintero
24 de agosto de 2019 - 02:00 a. m.
En el laboratorio hay  10.000 plántulas de Frailejón. /  David Quintero
En el laboratorio hay 10.000 plántulas de Frailejón. / David Quintero

A 3.500 pies sobre el nivel del mar y a casi cinco horas de la capital del Valle se encuentra el páramo Barragán Santa Lucía, en el municipio de Tuluá, Valle del Cauca. Esta es una reserva natural donde, por varios años, hubo presencia de grupos armados ilegales y la ganadería y los cultivos de papa amarilla son la principal fuente de ingresos de sus habitantes. (Lea: La extraña enfermedad que ataca a los frailejones colombianos)

Barragán es un pueblo pequeño. Sus 16 grados centígrados hacen que la neblina arrope las montañas que lo rodean. Los enfrentamientos entre grupos paramilitares y la guerrilla generaron mucho daño y, sobre todo, afectaron su principal riqueza: la vegetación. Allá en lo alto de la montaña se camuflaban entre las plantas y los frailejones los grupos armados, causando el deterioro del ecosistema y la biodiversidad.

Pero con la firma del Acuerdo de Paz este corregimiento recobró la tranquilidad y los uniformados del Batallón de Alta Montaña número 10 encontraron junto a la Corporación Regional del Valle del Cauca (CVC) una ardua e importante tarea: restaurar el páramo.

Militares del batallón de alta montaña del Valle trabajando en el laboratorio de  Frailejones. / David Quintero

Así lo cuenta el gestor ambiental de este proyecto, el cabo primero Julio César Cubillos. “Hace once años estuve por este sector y vivíamos el conflicto, hoy en día mi función es otra; estoy haciendo algo que me agrada: el enriquecimiento de bosques con plántulas de frailejón. El cambio ha sido notorio”, dice.

Lo anterior no es otra cosa más que la germinación de semillas de frailejón para que, después de ser sembradas, el páramo logre ser lo que siempre fue: una gran reserva natural que le provee agua a varios municipios del Valle del Cauca, entre ellos Buga y Tuluá.

Un centro de investigación único en Colombia

De acuerdo con el cabo Cubillos, el 1° de abril de 2017 el Batallón de Alta Montaña se encaminó en esta tarea luego de que el Ejército Nacional hiciera una alianza y recibiera $200 millones por parte de la CVC para implementar un centro de investigación en el que se hiciera posible la germinación de las semillas de frailejón. Este lugar es conocido como el Centro de Investigación y Producción de Especies de Flora de Páramo, Subpáramo y Alta Montaña, el único en Colombia según este uniformado.

“Son seis países los que cuentan con páramos, Colombia tiene el 60 % de ellos y en el Valle del Cauca se encuentra un 30 %. Además, es el único país que cuenta con un vivero de alta tecnología; donde podemos observar el proceso para sembrar el frailejón”, sostiene Cubillos. El proceso es largo. Todas las mañanas, los soldados graduados por el SENA como gestores ambientales recogen las semillas de frailejones y de allí inician un análisis para escoger cuáles de ellas sirven para iniciar el proceso de germinación en el centro de investigación.

“Para que estas semillas germinen toma mucho tiempo y pasan por muchos procesos, entre ellos, el riego, tomar la temperatura y el tradicional experimento del frijol en algodón”, afirma el gestor ambiental Cubillos, quien en esta ocasión se prepara para una jornada de siembra de cien frailejones en el páramo, junto a los altos mandos del Ejército, la comunidad y miembros de la CVC. (Puede leer: Frailejones en viveros, el plan del Ejército para repoblar los páramos del país)

El proceso es tan largo que los cien frailejones que fueron sembrados en esta jornada llevaban tres años a bajas temperaturas y en germinación en el centro de investigación de alta montaña. Sin embargo, para reducir este tiempo el Ejército y la CVC han importado tierra desde Canadá, porque, según ellos, reduce el tiempo de espera de tres a dos años.

Para el coronel Roger Gómez, que el Ejército esté al frente de este proyecto es más que responsabilidad social, pues asegura que la repoblación del páramo traerá beneficios para los habitantes de Barragán. “Queremos que este proyecto se lleve a las familias campesinas, y que cada familia tenga en su finca un vivero que nos permita potencializar el proyecto y, además, generar en ellos sentido de pertenencia por la vegetación de su alrededor”.

Frailejones del páramo de Barragán, en Tuluá, Valle del Cauca. / David Quintero  

El uniformado además afirma que, en la actualidad, se tienen 14.000 plántulas de frailejón en crecimiento y la meta es llegar este año a las 25.000. Todo esto ha significado un avance y un respaldo para los habitantes de Barragán, pues aseguran que, con la presencia de las Fuerzas Militares, además de sentirse protegidos han aprendido sobre la preservación del páramo.

Gerardo Carvajal es uno de los campesinos de Barragán que se encarga de proteger el páramo y afirma que para él ha significado mucho participar en este proyecto. “Estoy aprendiendo, a la edad que tengo no sabía de esta repoblación de páramos. Esto es importante para enseñarle a la comunidad sobre esta conservación de vegetación no solamente con el frailejón sino con otras especies”, cuenta. (Le puede interesar: Tractor aplastó 331 frailejones en los páramos de Telecom y Merchán, en Boyacá)

Entre tanto, Rubén Darío Materón, director de la Corporación Regional del Valle del Cauca (CVC), sostuvo que esta iniciativa “es un ejemplo a nivel nacional y vamos a replicarla porque es la directriz del Ministerio de Ambiente para hacer una repoblación en nuestros páramos. Además, son un importante equilibrio para los ecosistemas”.

Por David Quintero

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