La crisis climática también está teniendo un gran impacto entre los estudiantes de todo el mundo. Así lo dio a conocer hace unos días la Unesco en un informe en el que advierte que 242 millones de niños se vieron afectados en 2024 por fenómenos relacionados con el cambio climático. La cifra, dijo el organismo, es conservadora y puede ser mucho más alta.
Los eventos que más están perjudicando a los menores son las olas de calor, que impiden que los alumnos se puedan concentrar en las aulas de clase, especialmente en las que no ofrecen “ningún respiro del calor sofocante”, aseguró la Unesco.
Además, hay niños y niñas que no pueden llegar a sus escuelas como producto de las inundaciones. También han detectado casos en los que los colegios han sido arrasados.
Catherine Russell, directora de la Unesco, recordó que los niños son mucho más vulnerables al clima extremo y lamentó que su relación con la educación haya sido pasada por alto.
“El futuro de los niños debe estar en el primer plano de todos los planes y acciones relacionados con el clima”, pidió.
Entre las consecuencias que recopiló ese organismo, se encuentran clases suspendidas, horarios modificados, aperturas aplazadas y escuelas destruidas. Solo por poner un ejemplo, 18 países tuvieron que suspender clases debido al tifón Yagi en Asia y el Pacífico. O, en India, 54 millones de niños resultaron afectados por las olas de calor.
En otras palabras, de acuerdo con la Unesco, eso quiere decir que uno de cada siete estudiantes en 85 países, desde jardines infantiles hasta secundaria, fue impactado por el cambio climático.
Esa noticia llega justo después de que el mundo supiera que el 2024 fue un año en el que se rompieron varios récords relacionados con el clima, que condujeron a sobrepasar el límite de los 1,5 °C. Entre ellos, las emisiones de CO2 y la temperatura del océano, que puede afectar a miles de animales, fundamentales para la dieta de millones de personas.
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