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Cuenta Cristian Samper que cuando Jeff Bezos llegó al Parque Nacional Natural Chiribiquete, se paró un rato en silencio mirando esa selva inmensa del Amazonas. Ya habían hecho un recorrido aéreo y se habían percatado de que la deforestación había estado avanzando a un ritmo frenético. Así que luego de observar el bosque, Bezos, el segundo hombre más rico del planeta y dueño de Amazon, se volteó y dijo: “Esto es algo increíble. Es un sitio natural que hay que proteger”. (Lea Pesca deportiva: de actividad clave en comunidades a polémico caso de maltrato animal)
Bezos vino a Colombia a principios de marzo, cuando anunció una donación al Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) en Palmira, de US$17 millones para un banco de semillas. La visita surgió como una invitación informal que le hizo el presidente, Iván Duque, en la Cumbre de Cambio Climático de Glasgow (Escocia) en 2021. Con ellos estaba Samper, quien ya tenía un pie en el equipo de Bezos, y le sonó la idea. “Yo le seguí la caña y dije, sí, tenemos que ir a Colombia”, recuerda ahora desde Nueva York. (Lea Mercurio en delfines de río, otra consecuencia de la deforestación en el Amazonas)