Por un momento la comunidad internacional pensó que había resuelto uno de sus mayores problemas: desligar el crecimiento económico de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), considerado el principal responsable del efecto invernadero. Se creyó que, al igual que en 2016, el planeta había conseguido estancar sus contaminantes mientras aumentaba su PIB mundial. Hasta ayer ese avance parecía posible. Gracias a un estudio internacional, se estima que el aumento de emisiones de CO2 alcanzará un nuevo récord para finales de este año. (Lea: La deforestación continuará incluso si se cumplen las promesas del Acuerdo de París)
La presentación del estudio desconcertó a los asistentes de La Cumbre del Clima 24 que tiene lugar en este momento en Katowice, Polonia. Es apenas lógico, según los autores, los contaminantes han crecido alrededor del 2,7 % en 2018, eso quiere decir que para al término del año, se contará con 37,1 gigatoneladas de gases efecto invernadero producidos por actividad humana.
La causa sería un crecimiento económico de gigantes coordinados como EE. UU., Japón, China y algunos Estados europeos. Un crecimiento económico que no ha podido depender aún de la producción de energías renovables, debido a la falta de capacidad instalada en el planeta. De ahí el alza, debido a la producción de energía generada por las plantas de carbón que volvieron a prenderse.
Así lo explicaron los autores, quienes hacen parte del Global Carbon Project, un grupo de investigadores que publica estudios de este tipo para alimentar la discusión de en medio de las cumbres del clima. De acuerdo con ellos, ese aumento depende actualmente de cuatro potencias. La suma de emisiónes de China, EE. UU, la Unión Europea e India representa casi el 60 % de los gases efecto invernadero a nivel global. Lo peor, predijo el estudio, es que para 2018 la producción de contaminantes de esos países (exceptuando la UE) incrementó considerablemente.