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A medida que se acerca Semana Santa, es usual encontrar en algunas regiones de Colombia vendedores de huevos de iguana, un género de reptiles que agrupa varias especies. Pese a que está prohibido, pues poner en peligro a estos animales, aún se continúan comercializando.
Tan inquietante es la situación que, según las últimas cifras de Asocars, la entidad que reúne a las diferentes corporaciones autónomas, se han decomisado, solo en este año, más de 6.700 huevo de iguana.
La mayoría de los decomisos fueron hechos por la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag). En total, ha halló 5.800 huevos entre enero y abril.
Como señala Asocars en un comunicado, esta práctica es ilegal, ya que “pone en peligro la vida de las hembras, vitales para la regeneración de los ecosistemas locales y que desempeñan un papel esencial en la dispersión de semillas y la fertilidad del suelo”.
Además, indica Corpamag, “el tráfico de huevos de iguana no solo afecta la biodiversidad, sino también la salud humana, ya que su consumo puede transmitir la salmonelosis, una enfermedad que afecta los sistemas digestivo y nervioso”.
Esta infección, causada por la salmonela, puede generar diarrea, fiebre y calambres abdominales, se lee en la página de Mayo Clinic. Aunque usualmente puede tratarse en unos pocos días, a veces requiere atención médica, pues los pacientes pueden presentar deshidratación severa.
Quienes compran huevos de iguana también están participando de otra actividad ilícita: como deben extraerles los huevos a las hembras, para las autoridades ambientales se trata de casos de maltrato animal.
Ojo con el comercio de reptiles
La venta de huevos de iguana no es la única actividad ilegal que han detectado las CAR en estos meses y a medida que se aproxima Semana Santa. También han observado que continúa el tráfico de tortugas de agua dulce, conocidas como hicoteas.
“La captura aumenta en los primeros meses del año para el consumo en Semana Santa, que coincide con su época reproductiva, periodo de mayor vulnerabilidad, y de mayor importancia en su ciclo de vida”, recuerda esa entidad.
A lo que se refiere es que durante un período muy corto, miles de hembras en época reproductiva, junto con sus crías, “son retiradas de la población, interrumpiendo su ciclo natural, y poniéndolas en grave riesgo de extinción”.
El llamado que hacen las autoridades ambientales para estas semanas es no consumir ninguno de estos productos ni de ningún animal silvestre.
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