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En los bancos de arena del río Guaporé, en la frontera entre Brasil y Bolivia, cada año numerosas hembras de tortugas gigantes sudamericanas de río se congregan entre julio y agosto para depositar sus huevos. Se trata de un evento cada vez más raro debido a la presión que enfrenta esta especie y su ecosistema, por lo que un grupo de científicos decidió monitorear esta importante congregación.
Para contar el número de individuos que se reúnen en este punto, los investigadores de la Universidad de la Florida utilizaron imágenes capturadas en dron, que puede ver en el video que acompaña esta nota. Utilizando modelos y programas para determinar la cantidad de tortugas, los científicos encontraron que se trata del mayor sitio de nidación de tortugas del mundo del que se tenga registro.
“El tamaño total de la población se estimó en unas 41.000 tortugas durante los 12 días de la temporada de anidamiento, lo que supone la mayor agregación de tortugas de agua dulce conocida actualmente en el mundo”, explican los investigadores en un estudio publicado en revista científica Journal of Applied Ecology.
El proyecto inició con investigadores de la Wildlife Conservation Society (WCS) en Brasil, Colombia y Bolivia. Una de las especies que vigila esta organización es la tortuga gigante de río sudamericana, amenazada por los cazadores que venden su carne y sus huevos.
El uso de fotografías áreas es una técnica útil para los investigadores en este tipo de misiones, pues son menos invasivas, más precisas y rápidas que métodos como contarlas directamente en el terreno. En todo caso, los autores advirtieron que existe el riesgo de que ciertas tortugas que simplemente estaban pasando por la zona, y no anidando, duran las tomas, lo que aumenta el margen de error de esta metodología.
Para enfrentar esto último, los científicos marcaron con líneas blancas a un grupo de 1.000 de tortugas para determinar si permanecían en el sitio o solo estaban de paso; y así evitar duplicaciones en los conteos. En concreto, registraron a cada tortuga, si su caparazón estaba marcado y si el animal estaba anidando o caminando cuando fue fotografiado. Equipados con estos datos, desarrollaron modelos de probabilidad que tienen en cuenta los individuos que entran y salen de la zona, los comportamientos observados de las tortugas y la probabilidad de detectar una marca identificable en el caparazón. Esto sirvió para el análisis de las más de 1,500 imágenes tomadas durante la temporada.
Estos resultados revelaron múltiples errores que surgen en la manera en que tradicionalmente se hace un recuento del número de individuos, pues los observadores en el terreno contaron solo 16,000 tortugas, mientras que los nuevos modelos estimaron cerca de 41,000.
“Estas cifras varían mucho, y eso es un problema para los conservacionistas”, afirmó, en un comunicado, Ismael Brack, investigador postdoctoral de la Escuela de Ciencias Forestales, Pesqueras y Geomáticas del Instituto de Ciencias Alimentarias y Agrícolas de la UF (UF/IFAS). “Si los científicos no pueden establecer un recuento exacto de la población, ¿cómo sabrán si está en declive o si sus esfuerzos de protección tienen éxito?"
De acuerdo con los investigadores este nuevo enfoque puede aplicarse a varios contextos para estudiar eficazmente poblaciones utilizando imágenes procesadas de drones y de esta manera mejorar los esfuerzos de conservación.
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