En 2022, Europa vivió el segundo año más cálido y el verano más caluroso desde que hay registros, con olas de calor intensas y prolongadas en gran parte del continente, especialmente en la zona Sur, donde se reportó el mayor número de días de estrés térmico muy fuerte jamás registrado. (Lea: Aumento de muertes y casos de dengue: así afectan las olas de calor a Sudamérica)
En los últimos cinco años, la temperatura media se situó unos 2,2 °Celsius por encima de la media en la era preindustrial (1850-1900). Solo en 2022, los termómetros superaron en 0,9 °Celsius a la media reciente (1991-2020). En verano, la diferencia subió hasta 1,4 °Celsius.
De acuerdo con el informe, el clima del Ártico está experimentando cambios drásticos, pues sus temperaturas aumentan más rápido que en la mayor parte del planeta. En esta zona, por ejemplo, se ha reportado 3 °Celsius más que la media de la era preindustrial, frente al calentamiento global de 1,2 °Celsius.
Por ejemplo, 2022 fue el sexto año más cálido registrado en el Ártico en su conjunto, y el cuarto año más cálido en las zonas terrestres. Una de las regiones más afectadas, fue el archipiélago de Svalbard, que vivió su verano más cálido. (Puede leer: Identifican una ola de calor en el fondo del océano)
Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), señala que este informe muestra “los alarmantes cambios del clima, tras el verano más caluroso jamás registrado en Europa, olas de calor marinas sin precedentes en el Mediterráneo y temperaturas récord en Groenlandia”.
En Europa, por ejemplo, a las altas temperaturas, se sumó la escasez de precipitaciones. En invierno, se dieron menos días de nieve que la media, con hasta 30 días menos en algunas zonas; mientras que en primavera, las lluvias fueron inferiores a la media en gran parte del continente. Únicamente en mayo, se registraron las más bajas desde que hay registros para ese mes.
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