Algunos funcionarios de las corporaciones autónomas regionales (CAR), las autoridades ambientales en las regiones, no lo han pasado nada bien en los últimos meses.
Primero, el 26 de abril, un grupo armado secuestró a Arnold Rincón López, el director de Codechocó, y de quien aún no se sabe nada de su paradero. Luego, el 19 de mayo, tres funcionarios de Corponor (la CAR de Norte de Santander) fueron secuestrados y, posteriormente, liberados. Y ahora, un grupo de funcionarios de Corporinoquia también fue retenido por un instante por personas armadas en Arauca.
Son situaciones, que como señala Asocars, la asociación que reúne a las CAR, muestran que la situación de orden público en el país no está nada fácil y que cada vez es más difícil que quienes hacen parte de estas autoridades lleven a cabo algunas labores.
Como lo dijo a través de un comunicado Yesid González Duque, director de Asocars, más del 70% de los funcionarios de las CAR debe llevar a cabo funciones operativas y, por ese motivo, hay que hacer un llamado “a las autoridades competentes para que protejan su vida”.
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En el caso de los trabajadores de Corporinoquia, la situación sucedió el miércoles 28 de mayo en el municipio de Tame. Mientras iban en una comisión que adelantaba una jornada de siembra de árboles, el equipo fue inmovilizado por unos minutos por actores armados que se encontraban en la vía que conduce hacia Arauca. Tras retirarse del lugar, les dieron paso para que continuaran su trayecto.
“Nos solidarizamos con la directora de Corporinoquia, Diana Carolina Mariño, los funcionarios y compañeros de la corporación. Esto demuestra, una vez más, que hay grandes sectores en Colombia donde es muy difícil ingresar, no solo para las corporaciones sino para toda la institucionalidad estatal. Es claro que no hay condiciones para ejercer nuestra misión de administrar y conservar los recursos naturales”, dijo González Duque en un comunicado.
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De hecho, hace unas semanas integrantes de Asocars estuvieron reunidos con funcionarios de la Procuraduría, la Defensoría y la Organización de Estados Americanos para buscar ayuda humanitaria que permitiera la liberación del director de Codechocó, que fue secuestrado por hombres armados mientras viaja de Quibdó e Istmina, en el sector conocido como Rancherías, en compañía de su esquema de seguridad.
“Condenamos este secuestro y cualquier acto de violencia que atente contra la vida, la libertad y la dignidad de quienes trabajan por la protección de nuestros territorios y el bienestar de nuestras comunidades”, dijo, entonces, el Ministerio de Ambiente.
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