La capa de ozono está en camino a restaurarse casi completamente para 2040

El agujero de la capa de ozono en 2021.

Foto: Agencia Espacial Europea

La capa de ozono, que bloquea a los peligrosos rayos ultravioletas del Sol, causantes (si hay una exposición excesiva) de varios tipos de cáncer de piel, está en camino a ser casi completamente restaurada para 2040, reportó un informe de la ONU este 9 de enero. El progreso será un poco más lento sobre los dos polos; la capa se recuperará totalmente en 2045 en el Ártico y en 2066 en el Antártico. El estándar para medir este progreso es el estado de la capa antes de 1980.

La evaluación encontró que las emisiones mundiales de una sustancia química conocida como CFC-11, y que es una “sustancia destructora de la capa de ozono”, han disminuido desde 2018 tras aumentar durante varios años. La CFC-11 hace parte de un grupo de sustancias llamadas clorofluorocarbonos (CFC), se utiliza como refrigerante y en espumas aislantes.

El documento encontró que, en los escenarios con “fuertes reducciones de emisiones” de sustancias precursoras de ozono troposférico (el principal contaminante fotoquímico, según el Ideam), se prevé que el ozono total en los trópicos se mantenga por debajo de los valores de 1980 por lo menos hasta 2100.(También puede leer: La deforestación en la Amazonia está influyendo el clima en Tíbet)

Este anuncio le sigue a décadas donde abundaron advertencias sobre la destrucción de la capa de ozono. Esta alarma fue particularmente fuerte durante la década de 1980, hasta el llamado protocolo de Montreal de 1989. Este es un acuerdo internacional que firmaron 200 países, y que ha contribuido a eliminar el 99% de los productos químicos que destruyen la capa de ozono.

Este logro hace que el acuerdo de Montreal deba considerarse “el tratado medioambiental de mayor éxito de la historia y ofrece el estímulo de que los países del mundo pueden unirse, decidir un resultado y actuar en consecuencia”, según David Fahey, científico de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica y autor principal de la nueva evaluación.

Pero el camino no ha sido siempre tan exitoso. De hecho, en 2018, los científicos detectaron un repunte en el uso de CFC-11, a pesar de que el uso de la sustancia estuviera prohibido. Las emisiones de esa sustancia, indicaron los autores de la carta publicada en Nature, habían aumentado desde 2012 y venían, al parecer, de este de Asia, específicamente, de China. (Le puede interesar: Efectos combinados del calor extremo y sequía afectarán al 90% de la población)

Eventualmente, se reportó que las emisiones de CFC-11 estaban bajando, lo que fue una señal de que el gobierno chino pudo controlar las actividades de fábricas que le hicieron caso omiso a la prohibición de ese CFC.

“La acción sobre el ozono sienta un precedente para la acción climática”, dijo este lunes Petteri Taalas, Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial, al dar a conocer el informe, que se presenta cada cuatro años. “Nuestro éxito en la eliminación progresiva de las sustancias químicas que destruyen la capa de ozono nos muestra lo que puede y debe hacerse urgentemente para abandonar los combustibles fósiles, reducir los gases de efecto invernadero y limitar así el aumento de la temperatura”.

La ONU agregó que las medidas para remediar la situación en la capa de ozono han reforzado una respuesta conjunta ante el cambio climático, pues los CFC también son gases de efecto invernadero. Continuar con su uso habría elevado la temperatura global hasta 1°C a mediados de siglo, lo que habría perjudicado gravemente la iniciativa de prevenir que la temperatura suba más de 1.5°C para 2100.

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