La historia detrás de los pingüinos viendo la ciudad de Melbourne

“En momentos como este, los verdaderamente afortunados son aquellos que pueden estar con la persona o personas que más aman”, escribó en su cuenta de Instagram el fotógrafo Tobias Baumgaertner ganador de uno de los premio en los Ocean Photography Awards 2020 con esta fotografía de dos pingüinos viendo a lo lejos la ciudad de Melbourne, Australia.

La imgaen fue tomada hace aproximadamente un año. Según el relato de Baumgaertner, los dos pingüinos (Eudyptula minor), estuvieron sobre esa roca durante horas, “aleta en aleta, mirando las luces brillantes del horizonte y el océano”.

Un habitante del lugar le aseguró que el pingüino blanco era una anciana que había perdido a su pareja y al parecer también lo había hecho el pingüino más joven de la izquierda. “Desde entonces, se reúnen regularmente para consolarse y permanecer juntos durante horas mirando las luces danzantes de la ciudad cercana”, contó.

Baumgaertner pasó tres noches completas fotografiando a esta colonia de pingüinos: “Entre no poder o no poder usar ninguna luz y los pequeños pingüinos moviéndose continuamente, frotando sus aletas en la espalda y limpiando entre sí, fue realmente difícil disparar, pero tuve suerte durante un hermoso momento. Espero que disfrutes este momento tanto como yo”.

Lea: El hipopótamo de la foto: ¿está cargando o matando al bebé?

“En momentos como este, los verdaderamente afortunados son aquellos que pueden estar con la persona o personas que más aman”, escribó en su cuenta de Instagram el fotógrafo Tobias Baumgaertner ganador de uno de los premio en los Ocean Photography Awards 2020 con esta fotografía de dos pingüinos viendo a lo lejos la ciudad de Melbourne, Australia.

La imgaen fue tomada hace aproximadamente un año. Según el relato de Baumgaertner, los dos pingüinos (Eudyptula minor), estuvieron sobre esa roca durante horas, “aleta en aleta, mirando las luces brillantes del horizonte y el océano”.

Un habitante del lugar le aseguró que el pingüino blanco era una anciana que había perdido a su pareja y al parecer también lo había hecho el pingüino más joven de la izquierda. “Desde entonces, se reúnen regularmente para consolarse y permanecer juntos durante horas mirando las luces danzantes de la ciudad cercana”, contó.

Baumgaertner pasó tres noches completas fotografiando a esta colonia de pingüinos: “Entre no poder o no poder usar ninguna luz y los pequeños pingüinos moviéndose continuamente, frotando sus aletas en la espalda y limpiando entre sí, fue realmente difícil disparar, pero tuve suerte durante un hermoso momento. Espero que disfrutes este momento tanto como yo”.

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