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La transformación de las tiendas a un desarrollo más sostenible

Durante los 10 años de operación, una de las principales apuestas de Tiendas D1 fue el cobro de bolsas plásticas y la implementación de cajas de cartón para llevar el mercado. Ahora, con el fin de reducir el impacto ambiental negativo busca realizar la gestión de residuos de envases. En 2019, reciclaron más de 16.459 toneladas de residuos.

Redacción Bibo
25 de junio de 2020 - 02:33 p. m.
En la actualidad, hay 1.413 Tiendas D1 en 27 departamentos de Colombia.
En la actualidad, hay 1.413 Tiendas D1 en 27 departamentos de Colombia.
Foto: Cortesía

Hace diez años llegó a Colombia un modelo de negocio diferente que puso a tambalear a las cadenas de supermercados tradicionales. Estas tiendas, además de ofrecer productos a un menor precio, eran diferentes en su aspecto físico. Eran más pequeñas, los artículos estaban en cajas exhibidos en repisas modestas, las marcas no eran tan conocidas y cobraban $80 por cada bolsa de plástico. Para llevar el mercado, al frente de cada caja registradora había un estante con cajas de cartón. Poco a poco las Tiendas D1 fueron ganando reconocimiento y su modelo de negocio, además de tener un espacio en el mercado de Colombia, se fue transformando hacia uno más sostenible.

Reducir el consumo indiscriminado de bolsas plásticas y concientizar al comprador fue uno de los propósitos que se propuso KOBA Colombia, la compañía que opera las tiendas D1, en la cultura ambiental que iba a impulsar en su negocio. La aceptación de ese modelo económico permitió que las tiendas se expandieran por todo el territorio nacional. En la actualidad ya cuentan con sedes en 290 municipios. Pero, con el crecimiento de sus operaciones, la empresa ha tenido que ingeniarse nuevas estrategias y buscar otros aliados en su tarea de preservar el medio ambiente.

Gustavo García, vicepresidente de operaciones de KOBA Colombia, explica que desde 2009, cuando se abrió la primera tienda, han buscado ahorrar en costos y gastos para ofrecer buenos precios a los clientes. “Esa economía nos ha llevado a que nuestras tiendas estén iluminadas con luces LED, por ejemplo, que estemos buscando cómo gastar menos en el combustible de los camiones que transportan la mercancía o cómo escoger las neveras, para que no tengan tanto consumo. Y no lo pensamos solo para que podamos ofrecer un mejor precio en los artículos, sino por garantizar que nuestra operación tenga un menor impacto en el medio ambiente”.

En busca de esas nuevas estrategias de protección, KOBA Colombia analizó el impacto que tiene en el medio ambiente la cadena de suministro de las tiendas. En la logística y distribución encontraron que, además de ser uno de los procesos más complejos de la cadena, es el que más genera un alto consumo de combustibles fósiles no renovables. Para ser eficientes en este paso, mensualmente realizan una evaluación del rendimiento de los vehículos de carga. A finales de 2019, el rendimiento de la flota de carga fue de 16,44 km/gal.

En cuanto al almacenamiento y la comercialización, que reflejan el consumo de energía y agua de cada una de las 1.413 Tiendas de D1, existe un modelo de eficiencia energética en el que se monitorea el consumo mes a mes de cada una de las sedes. Con este proceso, se identifica en qué lugares se está registrando un alto consumo de agua o energía y qué plan se debe implementar para reducirlo. En el último año, la cadena logró ahorrar cerca de 502.888 kW-h en energía y 4.655 m³ de agua.

Pero afrontar todos estos retos de sostenibilidad no ha sido tarea fácil. García cuenta que constantemente están en un proceso de ensayo, error y corregir. “Vamos probando, aprendiendo y mejorando cada vez las cosas que vamos a implementar. Por ejemplo, hace seis meses, con Team, empezamos en tres tiendas de Bogotá la recolección de aceite de cocina usado. Ahora, con los resultados, esperamos extendernos a cincuenta más. Con los envases Tetra Pak, además, estamos haciendo las pruebas para poder reciclar y recuperar los envases de nuestros clientes y ponerlos, nuevamente, en la cadena de producción. Ya hemos recolectado 1,2 toneladas”, añade.

Desde hace un año, notaron que la principal fuente de generación en la cadena de producción eran los residuos posindustriales provenientes del embalaje. Por medio de un plan de reciclaje que implementaron frente a la generación y gestión de residuos, gestionaron más de 16.341 toneladas de residuos aprovechables y 118 toneladas de residuos especiales y peligrosos.

Otro de los proyectos que han impulsado para incentivar la educación y cultura ambiental de los clientes es la recolección de pilas. Con la ayuda de Recopila han instalado en la mayoría de sedes de las Tiendas D1 una urna donde depositar las pilas para que puedan ser recicladas de manera correcta. El año pasado consiguieron recolectar 11,3 toneladas de pilas. “Con este tipo de iniciativas pretendemos extender la responsabilidad en la vida útil del producto que ofrecemos”, dice García.

La responsabilidad de KOBA Colombia, asegura García, además de involucrar el medio ambiente también promueve la equidad y la diversidad. En la actualidad, el 49 % de sus trabajadores son mujeres y por medio de una campaña, y de la mano de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, durante el confinamiento por la pandemia del coronavirus, sus tiendas se han convertido en un lugar seguro para que las mujeres puedan pedir ayuda y llamar a las respectivas autoridades en caso de ser víctimas de violencia.

Además promueve la inclusión laboral. Tras un convenio firmado con la Fundación Best Buddies, organización sin ánimo de lucro encargada de promocionar la inclusión de personas con discapacidad intelectual, han logrado beneficiar a 54 personas que, en la actualidad, están trabajando en la compañía. Y, con el apoyo del SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje), consiguieron beneficiar a 53 personas que pertenecen a las comunidades más vulnerables de Chocó y La Guajira.

La apuesta de las Tiendas D1 por seguir proyectándose como una tienda con un abanico de oportunidades sociales y un desarrollo sostenible no cesa. Hace un año una de sus mayores apuestas era reducir su huella de carbono (registra en 39.909 toneladas de CO2 por año), y ahora buscan, poco a poco, seguir contribuyendo a preservar el medio ambiente con el reciclaje. Espera que a futuro puedan recolectar los envases de los usuarios e introducirlos, nuevamente, en cadenas de producción.

Por Redacción Bibo

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