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La isla de Malpelo, ubicada en el pacífico de Colombia, fue declarada como Santuario de Fauna y Flora desde 1995. Esto, sumado a otras múltiples figuras de conservación que ha ido adquiriendo, han convertido a esta isla en un imán para que científicos, biólogos, conservacionistas e, incluso, marinos, quieran estudirla. Con el fin de reunir varias de estas investigaciones y de que el país conozca la importancia que tiene ese territorio, la Comisión Colombiana del Océano publicó el libro “Malpelo es Colombia Maravilla Estratégica” en el que participaron 47 expertos de 13 instituciones, tanto públicas como privadas. (Puede descargar el libro aquí)
Dividido en siete capítulos y con 180 páginas, el documento presenta las distintas áreas desde las que estudia y explora esta isla, ubicada a 282 millas (más de 500 kilómetros) desde la costa de Buenaventura. En los capítulos se presenta un recorrido histórico de la isla y su importancia para Colombia, la complejidad de esta zona -que tiene una flora y fauna muy particular-, los ecosistemas que la conforman y las especies que le habitan, su condición rocosa pero llena de biodiversidad, sus características biológicas y de protección y también sus principales amenazas.
“El libro va a contribuir a que se conozca más profundamente a Malpelo, por parte de los colombianos, para que sepan más sobre este tesoro en el pacífico y para que sepan cómo un área protegida como esta goza de una solidaridad y una alianza estratégica ente entidades públicas y privadas, fundaciones y organizaciones científicas”, explicó Julia Miranda, directora de Parques Nacionales.
Por su parte, el Contralmirante John Fabio Giraldo de la Armada Nacional, también resaltó la importancia en biodiversidad que tiene Malpelo y por qué es necesario protegerla. “Frente a las embarcaciones de pesca en el Santuario y otras al servicio del narcotráfico, lo que hemos hecho es destinar unidades a flote con el propósito de evitar explotación ilegal de nuestros recursos. Nuestro propósito es mantener la zona libre de explotación ilegal y consolidarla como espacio seguro para fines científicos y turísticos. Crear conciencia marítima que el país necesita”.
Y es que Malpelo es una isla clave en términos de biodiversidad. Además de presentar un ecosistema rocoso, cuenta con un parche arrecifal. “Gracias a su estructura tridimensional compleja, llena de entrada, salidas, grietas, hay una gran biodiversidad, porque se invita a muchísimos organismos a vivir en ellos. Sobre todo microorganismos que son parte fundamental de la cadena trófica”, comentó Edgardo Londoño-Cruz, profesor del departamento de Biología de la Universidad del Valle.
Pero parte de lo que hace a Malpelo una referencia, es que las figuras de protección que tiene, bajo las que se han aliado distintas organizaciones y entidades, le ha permitido sobrevivir. Esto lo explicó Sandra Bessudo, fundadora y directora de la Fundación Malpelo. “Si no hubiésemos hecho a tiempo su conservación, seguro Malpelo no existiría hoy en día. Pero, en cambio, hemos logrado posicionarnos a nivel de la región para luchar contra la pesca ilegal”.
Estas figuras de protección, coinciden los expertos, han sido exitosas, precisamente, porque reúnen a actores del sector público y el privado. “Este tipo de expediciones que se hacen desde las alianzas público privadas nos permiten conseguir recursos, embarcaciones, plataformas y que los diferentes investigadores que hacen parte de las universidades u otras entidades puedan llegar al lugar”, recordó Robinson Galindo, director territorial pacífico de Parques Nacionales Naturales.
Además, varios expertos señalaron que el libro servirá para acercar más a las personas con las problemáticas no sólo de la isla, sino del mar. “El mar empieza en casa. La isla Malpelo, por más remota que parezca, influencia nuestro sentir”, agregó el profesor Londoño. “Eso significa que nosotros tenemos mucho que hacer y decir para evitar el deterioro ambiental, incluyendo el de nuestros océanos. Si nosotros somos responsables, seguramente vamos a disminuir el impacto que podamos tener sobre los ecosistemas de Malpelo y del resto del planeta”.
Por Blog El Río / @BlogElrio
