
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
En el Día Mundial de las Abejas, celebrado este 20 de mayo, se presentó el informe de Bee:wild, una nueva campaña científica global que busca salvar a los polinizadores —como las abejas—, esenciales para la vida en el planeta. El informe advierte sobre 12 amenazas emergentes que podrían acelerar su desaparición en los próximos 5 a 15 años, según diez de los principales expertos mundiales.
Los polinizadores son clave para la biodiversidad y la seguridad alimentaria: casi el 75% de los cultivos que consumimos dependen, al menos en parte, de su trabajo. Frutas, verduras, café, cacao y muchas otras plantas necesitan de insectos como las abejas para producirse. Además, su rol en los ecosistemas va más allá de la agricultura: sin polinización, muchas plantas también desaparecerían, afectando cadenas alimentarias enteras y contribuyendo al colapso de ecosistemas naturales.
Sin embargo, dice el informe, una ola de nuevas amenazas está añadiendo más presión sobre los polinizadores. Entre estas amenazas emergentes se encuentra la guerra y los conflictos armados. Por ejemplo, la guerra en Ucrania ha obligado a los países a reducir la diversidad de cultivos, lo que deja a los polinizadores sin una oferta variada de alimentos a lo largo de toda la temporada. Este cambio en los paisajes agrícolas afecta directamente su salud y supervivencia, dicen el estudio.
Además, otra amenaza alarmante es la contaminación por microplásticos. En Europa, se encontraron partículas sintéticas como el plástico PET en la mayoría de las colmenas analizadas (un total de 315 colonias de abejas melíferas), lo que revela una exposición constante de estos insectos a materiales contaminantes. La luz artificial nocturna también tiene un impacto negativo: reduce en un 62% las visitas de polinizadores nocturnos, como polillas e insectos, a las flores.
La contaminación por antibióticos no solo puede llegar a las colmenas y contaminar la miel, sino que también altera el comportamiento de las abejas, afectando su capacidad para buscar alimento y visitar flores. A esto se suma la contaminación del aire, que compromete su supervivencia, reproducción y desarrollo. El uso de cócteles de pesticidas representa otra amenaza grave. Los polinizadores, especialmente en los países en desarrollo, están expuestos a mezclas peligrosas de productos químicos que debilitan su sistema inmune y aumentan su vulnerabilidad.
Finalmente, el informe alerta sobre la creciente frecuencia e intensidad de los incendios forestales. Estos eventos extremos destruyen hábitats clave para los polinizadores y dificultan seriamente la recuperación de sus poblaciones.
El profesor Simon Potts de la Universidad de Reading, autor principal y presidente del consejo asesor científico de Bee:wild, afirma, citado por esa institución: “Identificar nuevas amenazas y encontrar formas de proteger a los polinizadores de manera temprana es clave para prevenir futuros descensos importantes. Y agrega: ”Al actuar con prontitud, podemos reducir los daños y ayudar a los polinizadores a continuar su importante labor en la naturaleza y la producción de alimentos. Ya existen diversas oportunidades de conservación y están surgiendo otras. No se trata solo de un problema de conservación. Los polinizadores son fundamentales para nuestros sistemas alimentarios, la resiliencia climática y la seguridad económica. Proteger a los polinizadores significa protegernos a nosotros mismos".
Amenazas emergentes para los polinizadores (de nivel nacional a mundial) clasificadas de mayor a menor por novedad y luego por impacto
- Simplificación de cultivos debido a los conflictos : la guerra y los conflictos afectan el modo en que se utiliza la tierra, reduciendo la variedad de cultivos, lo que podría dañar a los polinizadores silvestres.
- Contaminación por microplásticos : pequeñas partículas de plástico están en todas partes y pueden reducir la salud y la vida útil de los polinizadores.
- Plantación de árboles mal planificada : plantar muchos árboles puede ayudar o dañar la naturaleza, según el tipo de árboles plantados y dónde se planten.
- Contaminación por antibióticos : los antibióticos contaminan el medio ambiente y pueden cambiar el comportamiento de las abejas.
- Contaminación del aire : el aire contaminado con gases como el ozono y los óxidos de nitrógeno dificulta la supervivencia y la reproducción de los insectos.
- Aumento de la agricultura en interiores : el cultivo en espacios cerrados reduce los hábitats naturales de los polinizadores silvestres y puede propagar enfermedades a través de la introducción de polinizadores controlados.
- Aumento de la demanda de minería de metales : la minería de materiales como el litio y el cobalto, utilizados en baterías, daña la tierra y el agua, lo que puede perjudicar a los polinizadores.
- Cócteles de pesticidas : mezclar distintos pesticidas puede debilitar a los polinizadores, y su uso está aumentando, particularmente en algunas regiones como África y Sudamérica.
- Contaminación lumínica : las luces artificiales brillantes durante la noche confunden a los polinizadores como las polillas y pueden reducir la polinización.
- Contaminación por metales pesados : los metales tóxicos como el cadmio y el mercurio pueden dañar la salud, el comportamiento y la supervivencia de los polinizadores.
- Incendios forestales combinados con otras amenazas : los incendios forestales de gran magnitud y cada vez más frecuentes destruyen los hábitats de los polinizadores, lo que dificulta la recuperación.
- Pérdida regional del monitoreo de pesticidas : sin un seguimiento adecuado, se pueden usar en exceso pesticidas dañinos, matando polinizadores y eliminando recursos florales, además de hacer que las plagas se vuelvan resistentes y dañar el medio ambiente.
Una de las maneras de proteger a los polinizadores, como las abejas y las mariposas, es evitar las actividades que destruyen sus hábitats. Por ejemplo, la minería para obtener materiales usados en las baterías de los carros eléctricos puede dañar gravemente los ecosistemas donde viven estos insectos. Por eso, una recomendación del informe Bee:wild es evitar las zonas con alta presencia de polinizadores durante estas extracciones, y además, restaurar los hábitats afectados una vez termine la actividad minera. Así se reduce el impacto a largo plazo y se da una oportunidad a la naturaleza de recuperarse.
Esta es solo una de las 12 medidas que el informe propone para proteger a los polinizadores en los próximos años. Las acciones están clasificadas según su novedad y el impacto positivo que podrían tener. Entre las cinco más destacadas se encuentra la necesidad de establecer leyes más estrictas que limiten el uso de antibióticos en la agricultura, ya que estos contaminan las colmenas y afectan la salud y el comportamiento de las abejas. Otra acción clave es avanzar en la transición hacia vehículos eléctricos. Aunque la minería necesaria para producir sus baterías representa un reto, los carros eléctricos ayudan a reducir la contaminación del aire, lo cual es beneficioso para los polinizadores, ya que el aire contaminado afecta su capacidad para orientarse, buscar alimento y reproducirse.
Deepa Senapathi, jefa del Departamento de Gestión Sostenible de Tierras de la Universidad de Reading, es coautora del informe y vicepresidenta del Consejo Asesor Científico de Bee:wild. Citada por esa institución, Senapathi explica: “Actuar con eficacia para proteger a las abejas no es una aspiración futura ideal; ya existen soluciones prácticas que podemos implementar ahora y están surgiendo más. Las oportunidades más prometedoras son aquellas que abordan múltiples problemas a la vez. Una acción centrada y decidida podría frenar significativamente, e incluso revertir, el declive de los polinizadores, creando a la vez entornos que beneficien tanto a la naturaleza como a las personas”.
🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜