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El balance agridulce de las energías renovables en Colombia y el mundo

Un reporte publicado este lunes muestra que el mundo no está avanzando al ritmo que se necesita para triplicar la capacidad de energías renovables para 2030. En Colombia, el avance es liderado por los proyectos solares, pero se han cancelado cerca de 40 eólicos y siete más se encuentran suspendidos.

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Andrés Mauricio Díaz Páez
11 de febrero de 2025 - 11:00 a. m.
La energía solar ha impulsado el avance de las renovables en Colombia, pero la eólica sigue estancada.
La energía solar ha impulsado el avance de las renovables en Colombia, pero la eólica sigue estancada.
Foto: Enel
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El Sol del mediodía en Colombia alcanza para abastecer de energía durante unas horas a una ciudad como Bogotá, gracias a la producción a través de paneles solares que aprovechan este recurso, y que se encuentran principalmente en el norte y el centro del país. En palabras de Adrián Correa, director de la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME), durante una reunión del Gobierno este lunes, “un poco más del 10% de la energía que consumimos los colombianos ya es generada por el Sol en las horas cercanas al mediodía”.

Durante 2024 entraron en operación 32 parques solares, aumentando en cerca de 70 % la capacidad de producción eléctrica con energías renovables en Colombia. Sin embargo, no entró en funcionamiento ningún parque eólico, la segunda fuente de energía renovable no convencional con mayor potencial en el mundo.

Una tendencia similar parece vivirse en gran parte del mundo, de acuerdo con un reporte del Global Energy Monitor (GEM), una ONG internacional que hace seguimiento al avance de las energías renovables, publicado este lunes. El balance es agridulce: aunque la cantidad de proyectos planeados de aquí a 2030 creció un 20 % en el último año, la mitad de los que debieron entrar en funcionamiento durante 2024 no lo hicieron.

El GEM advierte que, aunque se están presentando avances significativos, el ritmo actual no alcanza para lograr la meta acordada en 2023, en la que los países se comprometieron a triplicar la producción a partir de energías renovables para 2030. Este es el panorama en el mundo, y una mirada a Colombia, en donde se ha cancelado la construcción de 44 parques solares y eólicos, y al menos 30 se encuentran en pausa y con un futuro incierto.

Las renovables en Colombia

Desde su llegada a la Presidencia, Gustavo Petro ha presentado como una de sus principales banderas la transición energética, abandonando progresivamente la explotación de combustibles fósiles para remplazarlos por fuentes de energía menos contaminantes. El primer paso para lograrlo, el mismo por el que han optado la mayoría de países, es sustituir la producción de electricidad a partir de fuentes como el gas y el carbón, para producirla a partir de energías renovables como la que viene del Sol y el viento.

Esa promesa se ha ido impulsando, principalmente, a partir de paneles solares que se han tomado el paisaje en municipios como Sabanalarga, en Atlántico, o El Paso, en Cesar. Juntos reúnen la capacidad suficiente para dar energía durante el día a más de tres millones de personas.

Según el reporte del Global Energy Monitor, en el país se tiene planeado construir unos 271 parques solares que superan los 20 MW de capacidad. De estos, 199 se encuentran en la etapa más compleja, que es la solicitud de permisos de uso de la tierra, autorizaciones ambientales, consultas previas con las comunidades y la búsqueda de financiamiento para iniciar la construcción.

Además, hay 15 proyectos de más de 20 MW que ya están en construcción y que empezarían a operar entre 2025 y 2027. Pero, cinco de estos no han dado a conocer una fecha de inicio, por lo que no se tiene claro a partir de cuándo podrían contarse dentro de la electricidad renovable del país.

Ese es uno de los problemas que destaca el informe. Con la energía solar, de acuerdo con la estimación del GEM, el proceso previo a la construcción puede tardarse alrededor de dos años. “Esto es algo que varía de país en país y que depende de otros factores”, explica Diren Kocakusak, investigador del GEM y autor del informe. En Colombia, esto suele depender de la aprobación social y ambiental de la obra.

Aunque no se espera que todos los proyectos empiecen a operar en la fecha en la que prometen hacerlo, porque “pueden presentarse retrasos e imprevistos”, dice Kocakusak, sí es importante que la mayoría de estos lo logren para cumplir con las expectativas del Gobierno. En el Plan Nacional de Desarrollo, se propuso llegar a 6.000 MW a partir de estas fuentes de energía. A falta de un año y medio para terminar su mandato, han logrado 2.000 MW.

Y allí aparece el otro problema en el avance de la energía solar: los proyectos que nunca se terminan. Según el GEM, se han cancelado cuatro proyectos y otros 23 están suspendidos sin una fecha clara para retomar su construcción. En Chaparral, Tolima, hay un caso particular que no clasifica como cancelado ni suspendido en los registros del GEM. La Planta Solar Chaparral Castañal, que podría generar energía para 100.000 personas, se construyó, está lista para empezar a operar, pero no lo está haciendo.

El panorama empeora cuando se trata de energía eólica. Los vientos de La Guajira, la región del país con mayor potencial para producirla, no han cumplido con las expectativas que se planteó el Gobierno. “El potencial de generación de energía renovable en La Guajira asciende a 1.900 megavatios”, aseguraba la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) en un comunicado en 2023.

El reporte del GEM detalla que en ese depaetamento solo hay dos parques eólicos de más de 10 MW funcionando, y uno más en Bolívar. Hay otro en construcción, pero por ahora no se sabe cuándo empezará a operar.

Mientras tanto, hay 39 que han cancelado su construcción (30 de los cuales no se tienen noticias hace más de cuatro años), siete suspendidos (sin noticias hace más de dos años), y 42 en etapa de pre-construcción.

Para estos últimos, como hemos contado en El Espectador, las demoras son varias. Una es la construcción de la segunda fase de la línea de transmisión Colectora, que llevaría la energía que se produzca en La Guajira hacia el resto del país. Sin esa obra, las turbinas podrían empezar a moverse, pero no tendrían cómo vender la electricidad que produzcan.

Además, el Instituto Ambiental de Estocolmo (SEI, por su sigla en inglés) ha alertado desde 2023 sobre otras dificultades que ha tenido la transición energética en La Guajira. La poca confianza que se ha construido entre las comunidades y las empresas, la falta de presencia de entidades del Estado durante los procesos de consulta previa, así como los retos que plantea negociar con miles de comunidades wayuu que se encuentran en La Guajira, han cambiado los planes sobre la construcción de esos 1.900 MW de los que hablaba la ANLA en 2023.

Este panorama, asegura Kocakusak, no es exclusivo de Colombia. Los retrasos en los proyectos eólicos “son frecuentes en muchos países, porque tienen procesos de licenciamiento más complicados por el impacto que generan las turbinas, la migración de las aves, entre otros aspectos”.

El mundo va a un ritmo lento

De acuerdo con el informe de GEM, para 2024, el mundo aumentó en un 20 % su “capacidad prospectiva”. Esto quiere decir que, sumando los proyectos anunciados, en pre-construcción y en construcción, se pasó de 3,6 a 4,5 teravatios (TW), unas 220 veces la capacidad actual de generación en Colombia. En total, 2 TW son de energía eólica, mientras que 2,5 TW son de energía solar. Como la energía solar avanza a un mejor ritmo, se calcula que va a ser el 80 % del crecimiento de las energías renovables hasta 2030.

A pesar de los avances, las noticias no pintan tan bien. En 2023, 198 países se comprometieron en Dubái a triplicar las energías renovables en el mundo para 2030, con el fin de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas a la producción de electricidad. “Aunque esos 4,5 TW entraran en operación para 2030, todavía estamos en un ritmo muy lento para lo que requiere cumplir la meta para ese año”, que es de al menos 9 TW.

Parte del problema es que el crecimiento de estas fuentes de energía está concentrado principalmente en China, que tiene una capacidad planeada de 1,3 TW y ya cuenta con cerca de la mitad capacidad operativa mundial. Un 36 % de esa capacidad ya se está construyendo. El desbalance se evidencia en el resto del mundo, en donde hay 3,2 TW de capacidad planeada, pero apenas un 7 % se encuentra en construcción.

En otras palabras, mientras China planea construir el 70 % del incremento en la capacidad mundial, los países de ingresos medios y bajos, dentro de los que está Colombia y América Latina, construirían el 20 %. Pero, los siete países de mejores ingresos, que acumulan el 45 % del PIB mundial, solo aportarían el 10 % del incremento de energías renovables para 2030. “No queremos decir que deben construir el 45 % de la capacidad mundial, pero sí es importante notar que hay un desbalance entre su potencial económico y lo que planean hacer”, advierte el investigador.

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Andrés Mauricio Díaz Páez

Por Andrés Mauricio Díaz Páez

Periodista y politólogo enfocado en temas ambientales, transición energética y educación.diazporlanocheamdiaz@elespectador.com
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Magdalena(45338)13 de febrero de 2025 - 02:01 a. m.
Todo cambio que implique transformación,al principio parece que no se vaya a dar.en el caso de la energía,cuando las catástrofes ambientales no se puedan controlar ,los Trumps,serán los primeros en montar las empresas con energía solar
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