
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Por primera vez, los líderes de las Conferencias Católicas de África, Asia y América Latina —sur global— se han unido para instar a la acción sobre el clima, con una declaración conjunta publicada este martes 1 de julio con miras a la próxima cumbre de cambio climático, que se adelantará en noviembre de este año.
“Inspirados tanto en la Laudato Si’ del papa Francisco, como por el llamado del papa León XIV a vivir una ecología integral con justicia, llamamos a una conversión ecológica profunda", resaltan los obispos católicos en su declaración, que fue anunciada en la mañana de este martes desde el Vaticano.
Para las conferencias y consejos episcopales continentales, los órganos superiores de la jerarquía católica, quienes redactaron la declaración, diez años después de la publicación de Laudato Si’ —la segunda encíclica del papa Francisco centrada en el planeta Tierra y las crisis ambientales—, y de la firma del Acuerdo de París, “los países del mundo no han respondido con la urgencia necesaria”.
Ante este panorama, las Conferencias Católicas señalaron en el documento ‘Un llamado por la justicia climática y la casa común’, que “la Iglesia no guardará silencio. Seguiremos alzando la voz junto a la ciencia, a la sociedad civil, a los más vulnerables y con verdad y coherencia, hasta que se haga justicia”.
En su declaración, estos organismos, que representan alrededor de 821 millones de católicos, plantearon tres exigencias. La primera, llama a que las naciones ricas paguen su deuda ecológica con un financiamiento climático justo “sin endeudar más al sur, para recuperar pérdidas y daños y favorecer la resiliencia en África, América Latina y el Caribe, Asia y Oceanía”.
En segundo lugar, promueven el decrecimiento económico, acabar con los combustibles fósiles y sus nuevas infraestructuras, al tiempo que quienes se han beneficiado de ellas paguen impuestos. Con esto, esperan inaugurar “una nueva era de una gobernanza que incluya y priorice a las comunidades más afectadas por las crisis del clima y de la naturaleza”.
Finalmente, piden defender a los pueblos indígenas y tradicionales, así como a los ecosistemas y a las comunidades empobrecidas “reconociendo la mayor vulnerabilidad de las mujeres, niñas, y nuevas generaciones; y a la migración climática como un desafío de justicia y derechos humanos”.
Para lograr esto, el primer llamado a la acción se centró en cumplir el Acuerdo de París —que busca que la temperatura de finales de siglo no aumente por encima de los 1.5 °C— e implementar las NDC (los compromisos nacionales para cumplir con el Acuerdo de París) “a la altura de la urgencia de la crisis climática”.
Entre el 10 y el 21 de noviembre, en Belén (Brasil), se llevará a cabo la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), donde justamente se revisarán los NDC de los países.
“Mientras muchos Estados contemplan la posibilidad de dar marcha atrás en sus compromisos climáticos, las conferencias exigen que los Estados apliquen NDC ambiciosas a una escala acorde con la emergencia climática y comuniquen al mundo cómo aplicarán las decisiones colectivas adoptadas en las COP anteriores, incluida una transición energética socialmente justa”, concluyeron los religiosos.
🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜