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Un nuevo análisis satelital muestra que 25 de las 28 ciudades más pobladas de Estados Unidos presentan hundimiento del terreno en más de dos tercios de su superficie. Así se muestra en el estudio, publicado en Nature Cities, cuyos autores utilizaron datos de radar que corresponden al periodo entre 2015 y 2020.
Houston es la ciudad con el mayor ritmo de hundimiento: más del 40 % de su superficie pierde más de 5 milímetros por año y el 12 % supera los 10 milímetros anuales. También, ciudades como Fort Worth y Dallas también presentan velocidades significativas. Se detectaron hundimientos puntuales de hasta 5 centímetros por año en zonas como el aeropuerto LaGuardia en Nueva York, partes de Las Vegas, San Francisco y Washington, D.C.
En el estudio también se lee que, mientras algunas zonas se hunden, otras se elevan, lo que genera tensiones que pueden afectar infraestructuras. Por ejemplo, en tres ciudades (Jacksonville, San José y Memphis), el ascenso en ciertas áreas compensa en parte el hundimiento general.
¿Por qué se están hundiendo las ciudades en Estados Unidos?
El 80 % del hundimiento se asocia a la extracción de agua subterránea. La correlación se estableció comparando los datos de elevación con cifras de bombeo a nivel de condado. En los acuíferos con sedimentos finos, la remoción de agua reduce el volumen del subsuelo, lo que ocasiona compactación. En Texas, la extracción de petróleo y gas también influye en los desplazamientos del terreno.
El estudio advierte que la expansión urbana y el crecimiento poblacional aumentarán la presión sobre los acuíferos. Las sequías prolongadas, asociadas al cambio climático, podrían empeorar la situación.
Además de las causas actuales, existen factores geológicos en algunas ciudades. El retroceso de la capa de hielo que cubría Norteamérica hace unos 20.000 años dejó zonas con hundimiento residual de entre 1 y 3 milímetros por año. Ciudades como Nueva York, Indianápolis, Filadelfia, Denver, Chicago, Nashville y Portland están sobre estas áreas.
Investigaciones previas ya habían documentado el efecto del peso de los edificios en el descenso del terreno. En Nueva York y Miami, se han identificado estructuras con desplazamientos asociados a construcciones cercanas o a la presión acumulada sobre el suelo.
Ocho ciudades concentran el 60 % de la población afectada: Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Phoenix, Houston, Filadelfia, San Antonio y Dallas. Estas urbes han registrado más de 90 eventos de inundación graves desde el año 2000. Parte de estas inundaciones podría estar relacionada con los cambios topográficos.
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