A su paso, el fuego ha acabado con el limón, la guayaba, el mango y el café cultivado por los campesinos de San Pedro de la Sierra, en el municipio de Ciénaga (Magdalena). Las hectáreas de bosque seco tropical, donde habitan monos, iguanas, osos perezosos y un sinfín de especies más están siendo amenazados por el calor y las llamas que, en medio de un lugar tan inaccesible, se esparcen sobre esta región del país desde hace seis días. Por esa realidad, acompañada por los fuertes vientos y la falta de caminos para el ingreso de las autoridades, las comunidades de la Sierra Nevada de Santa Marta hacen un llamado de urgencia a los bomberos, solicitando su apoyo a través de helicópteros con sus canastas Bambi Bucket con el fin de descargar agua para apagar el incendio. (Lea: La Antártida registró temperatura récord de más de 20 ºC)
— Sandra Vilardy (@svilardyq) February 14, 2020 Estas estimaciones aumentan al tener en cuenta otros incendios forestales que se han presentado en 29 municipios de este departamento. Se cuentan más de mil hectáreas afectadas por las llamaradas, multiplicadas después por el viento. Un ejemplo de ello fue el ocurrido en El Marañón, también en Ciénaga, hace un par de días. Aproximadamente 60 parcelas, ubicadas en la falda de la Sierra, fueron arrasadas por las llamas.