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Durante años se asumió que los animales albinos sobrevivían menos en la naturaleza porque su piel clara los hace más fáciles de detectar por depredadores. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B señala que el panorama es más complejo.
Los investigadores de la Universidad Macquarie (Australia) trabajaron con sapos de caña (Rhinella marina), una especie nativa de América Latina que fue introducida en ese país y se convirtió en plaga. En laboratorio, editaron el ADN de embriones usando la técnica CRISPR-Cas9 para “apagar” un gen clave en la producción de pigmento, creando sapos albinos como parte de un experimento de control genético.
Lo que inició como una prueba técnica llevó a una observación mayor: los sapos albinos crecían más despacio, sobrevivían menos y llegaban a la etapa adulta antes de tiempo, un signo de estrés. Todo esto ocurrió en condiciones de laboratorio, sin depredadores presentes.
Las pruebas posteriores apuntaron a un factor central: la visión. Los sapos albinos necesitaban más luz para cazar, fallaban con mayor frecuencia al atrapar presas y gastaban más energía en el proceso. Como los sapos de caña son nocturnos, estas limitaciones probablemente vuelven aún más difícil su vida en el ambiente natural.
El estudio explica que el problema radica en la falta de melanina, el pigmento oscuro presente en la piel y el cabello, que también cumple funciones en el desarrollo de la retina. Sin ella, los animales albinos tienen menor agudeza visual y dificultades para calcular distancias, lo que limita su capacidad de alimentarse o defenderse.
En entrevista con el portal IFL Science, los investigadores advierten que estos hallazgos no implican que la visión sea la única causa de desventaja. Factores adicionales como mayor sensibilidad a la radiación solar, problemas inmunológicos o incluso rechazo social, como se ha documentado en chimpancés salvajes con albinismo, también influyen.
Aunque la investigación se centró en los sapos, los autores creen que sus conclusiones pueden aplicarse a otras especies, especialmente a aquellas que dependen de la vista para sobrevivir. Para depredadores como aves rapaces, felinos o ranas cazadoras, las deficiencias visuales asociadas al albinismo podrían reducir sus posibilidades de competir en el medio silvestre.
En palabras de Alex Funk, autor principal del estudio: “Nuestro trabajo demuestra por primera vez que los albinos pueden ser competidores inferiores, aunque seguramente existen múltiples razones que explican su menor supervivencia en comparación con individuos pigmentados”.