La situación de los bosques de montaña en el mundo es alarmante, pues están desapareciendo a un ritmo acelerado. Un reciente estudio publicado en la revista One Earth muestra que, desde 2000, se han perdido 78,1 millones de hectáreas (7,1 %) de bosque. La tala, los incendios forestales y la agricultura son las principales causas de este panorama. (Lea: Sin bosques y sin presas, las consecuencias de la deforestación para los depredadores)
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Esta pérdida además está poniendo en riesgo la biodiversidad mundial, pues cerca del 85% de las especies de aves, mamíferos y anfibios del mundo viven en montañas, principalmente en hábitats forestales. “Gran parte de la pérdida se produjo en puntos críticos de biodiversidad tropical, lo que ejerció una presión cada vez mayor sobre las especies amenazadas”, señalan los investigadores.
El grupo de científicos dirigido por Xinyue He, Dominick Spracklen y Joseph Holden, de la Universidad de Leeds (Reino Unido), y Zhenzhong Zeng, de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur (China), tenían como objetivo investigar la extensión y distribución global de los bosques de montaña y cómo ha sido su pérdida en estos últimos años. Cuentan que los bosques de montaña se caracterizan por encontrarse bajo la influencia del clima de montaña debido a su altitud.
Primero, los investigadores se dieron a la tarea de rastrear los diferentes cambios que se presentaban cada año en los bosques de montaña. Tomaron los datos desde 2001 hasta 2018 y luego cuantificaron las pérdidas y las ganancias en la cubierta arbórea.
Con estos datos, el grupo empleó diversos modelos para estimar la velocidad a la que ocurren estos cambios y, finalmente, compararon las diferentes elevaciones y tipos de bosques de montaña, como el boreal, el templado y el tropical. Además, estudiaron cuáles eran los impactos de esta pérdida de bosque en la biodiversidad.
Los resultados muestran que la tala fue la principal causa de pérdida de bosque, con un 42%; seguido de los incendios forestales, con 29%; el cultivo itinerante o “tala y quema”, con un 15 %; y finalmente la agricultura permanente o semipermanente, con 10 %. (Puede leer: Naciones Unidas dona US$ 43 millones para conservar áreas protegidas de Colombia)
En los lugares donde más pérdidas significativas se dieron fue en Asia, América del Sur, África, Europa y Australia. “De manera preocupante, la tasa de pérdida de bosques de montaña parece estar acelerándose: la tasa anual de pérdida aumentó en un 50 % entre 2001 y 2009 y entre 2010 y 2018, cuando perdimos aproximadamente 5,2 millones de hectáreas de bosques por año”, añaden los científicos.
En cuanto a las áreas protegidas, los investigadores señalan que registraron una menor pérdida de bosques respecto a las áreas no protegidas. Pero, advierten, esta situación podría no ser suficiente para preservar las especies amenazadas.
“Con respecto a las especies sensibles en los hotspots de biodiversidad, que son las regiones que tienen al menos 1.500 especies de plantas endémicas y han perdido más del 70 % de su hábitat natural, el tema crítico se extiende más allá de la simple prevención de la pérdida de bosques”, dicen. Por eso, los investigadores son enfáticos en insistir en la creación y promoción de estrategias para la protección forestal. (Le puede interesar: Amplían área protegida de Sierra Nevada de Santa Marta: tendrá más de 550 mil hectáreas)
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