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Un informe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), publicado en la madrugada de este jueves 10 de abril, aborda la creciente demanda de la inteligencia artificial. De acuerdo con la agencia, esta tendrá el potencial de transformar el sector energético en la próxima década.
El informe, de acuerdo con la IEA, “ofrece el análisis global más completo y basado en datos hasta la fecha sobre las crecientes conexiones entre la energía y la IA”. Para elaborarlo, la agencia analizó nuevos conjuntos de datos, además de adelantar consultas con responsables políticos, el sector tecnológico, la industria energética y expertos internacionales.
El principal hallazgo del documento está relacionado con la demanda de electricidad de los centros de datos de todo el mundo. Se espera que esta se duplique de aquí a 2030 y alcance los 945 teravatios-hora (TWh), un consumo superior al que hace actualmente Japón.
“La IA será el motor más importante de este aumento, ya que se prevé que la demanda de electricidad de los centros de datos optimizados para IA se multiplique por más de cuatro de aquí a 2030″, apunta el informe.
De acuerdo con Fatih Birol, director ejecutivo de la IEA, los efectos serán “especialmente fuertes” en algunos países, como Estados Unidos. En este país, detalla el informe, el consumo energético de los centros de datos va camino a representar la mitad del crecimiento de la demanda de electricidad para finales de esta década.
En 2030, estima la agencia, la economía estadounidense consumirá más electricidad para procesar datos que para fabricar todos los bienes de alto consumo energético juntos, como el aluminio, el acero, el cemento y los productos químicos.
Según el documento, la creciente demanda de electricidad por parte de estos centros de datos será cubierta por diversas fuentes de energía, aunque se priorizarán las energías renovables y el gas natural. La agencia reconoce que aunque el aumento de la demanda incrementaría las emisiones, el aumento sería pequeño en el contexto del sector energético global. Incluso, plantea la IEA, las emisiones podrían compensarse con la reducción de emisiones que permitiría la IA si se generaliza la adopción de esta tecnología.
“La IA es una herramienta, potencialmente increíblemente poderosa, pero depende de nosotros —nuestras sociedades, gobiernos y empresas— cómo la utilicemos", concluyó Birol.
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