Durante 2023, las concentraciones de gases de efecto invernadero, que contribuyen al cambio climático, alcanzaron un nuevo récord, según un reciente informe publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). En este se señala que nunca antes en la historia de la humanidad la acumulación de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera había sido tan rápida.
Según las observaciones a largo plazo obtenidas de la red de estaciones de monitoreo de la Vigilancia de la Atmósfera Global (VAG), el promedio mundial de la concentración en superficie de CO2 alcanzó 420,0 partes por millón (ppm). En el caso del metano (CH4), se situó en 1 934 partes por mil millones (ppmm), y en el del óxido nitroso (N2O), en 336,9 ppmm. Estos valores representan aumentos del 151 %, 265 % y 125 %, respectivamente, en comparación con los niveles preindustriales (antes del año 1750).
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Sobre el CO2, el informe señala que el aumento en las concentraciones de este gas estuvieron impulsadas por los enormes incendios forestales y una posible reducción de la absorción de carbono por parte de los bosques, combinadas con unas emisiones de CO2 permanentemente elevadas, fruto de la quema de combustibles fósiles para llevar a cabo actividades humanas e industriales.
De los datos analizados por la OMM se pudo deducir que algo menos de la mitad de las emisiones de CO2 permanece en la atmósfera, el océano absorbe un poco más de la cuarta parte, y los ecosistemas terrestres, son los encargados de absorber menos del 30 %.
De acuerdo con la secretaria general adjunta de la OMM, Ko Barrett, los resultados del informe muestran que el planeta está en riesgo de verse atrapado en un “círculo vicioso”. La razón, señala, es que con el cambio climático, los ecosistemas que hoy absorben CO2 podrían convertirse en fuentes de gases de efecto invernadero. “Los incendios forestales podrían liberar más emisiones de carbono a la atmósfera, mientras que el aumento de la temperatura de los océanos podría reducir su capacidad de absorción de CO2. Por tanto, se podría acumular más CO2 en la atmósfera y acelerar el calentamiento global”, afirmó.
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Entre 1990 y 2023, el efecto de calentamiento del clima, causado por los gases de efecto invernadero de larga duración, aumentó un 51,5 %, siendo el CO2 el responsable de cerca del 81 % de ese incremento, según el índice anual de gases de efecto invernadero (AGGI) de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) citado en el boletín de la OMM.
El informe también señala que, aunque las emisiones se redujeran rápidamente hasta alcanzar el cero neto, el nivel de temperatura observado actualmente persistiría durante varios decenios, “porque el CO2 es un gas que permanece en la atmósfera durante períodos extremadamente prolongados”, explican.
La última vez que se registró en la Tierra una concentración de CO2 comparable fue hace entre 3 y 5 millones de años. Entonces, la temperatura era de 2 a 3 °C más cálida y el nivel del mar entre 10 y 20 metros superior al actual.
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