Los bancos han logrado “poco progreso o han debilitado sus acciones sobre el cambio climático”, según lo declara una nueva investigación publicada este 22 de octubre por el Centro de Transición Climática Global TPI (Centro TPI) en la London School of Economics and Political Science (LSE). En su informe "Estado de la Transición Bancaria 2025“, el Centro TPI evaluó las políticas climáticas de los bancos utilizando 77 subindicadores agrupados en 10 áreas, llamadas Marco de Evaluación Bancaria Neta Cero (NZBAF).
El NZBAF es un conjunto de directrices, metas y principios que rigen la Net-Zero Banking Alliance (NZBA), una iniciativa global liderada por la industria bancaria y convocada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente - Iniciativa Financiera (UNEP FI). Su objetivo fundamental es asegurar que las actividades de financiamiento y de mercado de capitales de los bancos sean consistentes con un camino hacia las cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050 (o incluso antes), en línea con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5°C.
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Para lograr eso, la iniciativa exige a los bancos miembros establecer objetivos provisionales para 2030 y finales para 2050, que deben ser medibles, transparentes y coherentes con las vías científicas de descarbonización. Estos objetivos deben cubrir una porción significativa de las emisiones financiadas en los sectores más intensivos en carbono.
Para el reciente informe, el Centro TPI analizó 36 de los bancos más grandes y concluyó que “aún se encuentran en una etapa temprana de su transición con objetivos de descarbonización que cubren un conjunto limitado de sectores y actividades comerciales”. Los autores encuentran que el “desempeño general de los bancos en el NZBAF es débil”. En promedio, dicen, puntúan solo en el 18% de los 77 subindicadores, y el banco con mejor desempeño puntúa en aproximadamente un tercio de los subindicadores. Aún más preocupante, el progreso en la transición parece haberse estancado, con el 95% de las puntuaciones en el NZBAF manteniéndose sin cambios año tras año.
El análisis del desempeño de carbono reveló que apenas el 34 % de las vías de descarbonización sectorial de los bancos están alineadas con los objetivos globales de bajas emisiones de carbono para 2030, es decir, mantener el calentamiento por debajo de 1,5 °C o 2 °C. Esta alineación es especialmente baja en sectores como aluminio, petróleo y gas, y acero, mientras que en el sector eléctrico alcanza el 96 %, mostrando que los planes de financiamiento hacia la energía limpia están más en línea con las metas climáticas.
El Centro también confirma que el ritmo al que los bancos han estado estableciendo nuevos objetivos disminuyó en 2024 en comparación con 2023 y 2022. Los objetivos de descarbonización ahora son comunes en el sector bancario, pero generalmente cubren solo el corto plazo (2030) y un conjunto limitado de sectores y actividades comerciales.
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Además, hay problemas en la transparencia. Entre los bancos que actualizaron sus políticas, la mayoría, dice el informe, “debilitó su divulgación en áreas como los compromisos de cero emisiones netas, las condiciones de financiamiento para sectores de altas emisiones y las políticas de combustibles fósiles”. Algunos bancos retiraron o debilitaron sus compromisos de cero emisiones netas, sustituyendo términos como “compromiso” u “objetivo” por palabras menos precisas como “ambición” y “aspiración”.
“Dado el papel central de los bancos en la economía y su influencia de largo alcance en el clima, su lento progreso en la transición climática, junto con la reciente disolución de la Net Zero Banking Alliance, sugiere que los objetivos del Acuerdo de París se están alejando cada vez más de nuestro alcance”, dijo Algirdas Brochard, líder del proyecto bancario del Centro TPI. “En un panorama político y regulatorio cada vez más fragmentado en torno a las finanzas sostenibles, el trabajo que se está realizando para ayudar a comprender el progreso de los bancos y mejorar la transparencia y la disponibilidad de la información relacionada con la transición es una valiosa contribución al diálogo informado entre bancos, inversores y responsables políticos”, agregó Sonja Gibbs, directora general y jefa de Finanzas Sostenibles del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF).
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