
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Ciudadanos y científicos de Australia han advertido que, desde hace semanas, miles de cuerpos sin vida de tiburones, rayas y cangrejos, entre otros animales, están apareciendo sin vida en las playas de ese país. La responsable es un tipo de alga, la Karenia mikimotoi, que, según autoridades, ha colonizado por lo menos 4.400 kilómetros cuadrados de mar.
De hecho, a través de la plataforma iNaturalist, habitantes y expertos han documentado más de 13.000 animales marinos de 400 especies diferentes que, hasta ahora, se han visto afectados.
En entrevista para el canal público ABC, Peter Malinauskas, jefe del gobierno regional de Australia, afirmó que “este es un evento sin precedentes. Nunca hemos visto una proliferación de algas de este tamaño en la historia de nuestro país”. En sus palabras, no se sabe por cuánto tiempo Karenia mikimotoi tendrá presencia en el mar australiano, y que, aunque es un proceso es natural, tiene impactos que podrían ser devastadores para la flora y la fauna marina.
Este tipo de alga no es mortal para los seres humanos, aunque sí puede causarles reacciones alérgicas o cutáneas. Sin embargo, sí puede resultar fatal para la vida marina, ya que una de sus características es absorber el oxígeno del océano y ocasionar que la fauna no logre sobrevivir.
¿Por qué está ocurriendo este fenómeno?
El alga fue detectada por primera vez en marzo en la península de Fleurieu, y desde entonces ha alcanzado niveles muy altos en rampas para embarcaciones y zonas recreativas. Uno de los sectores más sensibles es el Santuario de Delfines de Adelaida, ubicado en el río Port.
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, afirmó que había que entender ese fenómeno “como parte de un patrón que incluye el aumento de las temperaturas del agua y las inundaciones”.
Expertos del gobierno australiano afirmar que la proliferación se debe a una combinación de factores ambientales: Un evento prolongado de ola de calor marina iniciado en septiembre de 2024, con temperaturas del mar hasta 2,5 °C por encima del promedio. También tuvo que ver el arrastre de nutrientes por la inundación del río Murray (uno de los principales ríos de Australia) en 2022 y 2023; y un afloramiento inusual de agua fría y rica en nutrientes durante el verano de 2023 y 2024.
Por ahora, el gobierno federal anunció que la gravedad de la situación ha conllevado a que se anunciara un fondo de asistencia de 14 millones de dólares. Organizaciones ambientales, líderes políticos y comunidades locales han solicitado al gobierno federal que declare el fenómeno como una emergencia nacional. Entre las voces que han impulsado esta petición se encuentran la Fundación Great Southern Reef y la senadora de los Verdes por Australia del Sur, Sarah Hanson-Young, quienes también han pedido la apertura de una investigación formal sobre las causas y el manejo del brote.
Pese a su magnitud ambiental y económica, la floración no logró entrar en la agenda de las recientes elecciones federales. Solo hasta esta semana el Ministerio de Medioambiente envió a un delegado nacional (jefe de la división de océanos, arrecifes y medioambiente) al estado, con el fin de evaluar directamente la situación en el terreno.
🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜