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Un grupo internacional de científicos y conservacionistas reportaron el nacimiento de tres polluelos de una de las especies de aves más amenazadas en el mundo: la paloma ojiazul.
“Ver estos polluelos es emocionante. Cada eclosión representa una oportunidad real de revertir el destino de esta especie. Es una alegría y también una gran responsabilidad”, explicó, a través de un comunicado, Paloma Bosso, la directora técnica del Parque das Aves, el santuario de aves de Brasil donde nacieron los polluelos.
Según datos oficiales, se estima que solo hay 11 individuos adultos de esta especie en la naturaleza. Por esta razón, hay un esfuerzo desde varios países para intentar salvarla de la extinción.
Para proteger a esta especie, un equipo internacional empezó a incubar, a principios de 2025, un número de huevos recogidos en la naturaleza para crear una población bajo el cuidado humano. Y son estos esfuerzos los que han logrado dar la buena noticia para la conservación de esta especie.
Como explicó a través de un comunicado. Andrew Owen, jefe de aves del zoológico de Chester (Reino Unido), que participó en este esfuerzo de conservación, “esta especie única está al borde de la extinción y, sin la dedicación y pasión de todos los conservacionistas implicados, esta ave puede perderse para siempre. El objetivo a largo plazo es contar con una población de seguro viable que pueda contribuir a reforzar las cifras en la naturaleza”.
La esperanza es que una vez que las palomas ojiazules alcancen la madurez, empiecen a reproducir en aviarios especialmente diseñados en el Parque das Aves, aumentando así la población segura de la especie. El objetivo a largo plazo es crear una población fuerte y autosuficiente que ayude a asegurar el futuro de la paloma zurita en libertad.
¿Por qué está en peligro de extinción esta especie?
Según explican los investigadores del Parque das Aves en Brasil, durante más de 70 años no se registraron avistamientos de esta especie hasta que, en 2015, fue redescubierta por la comunidad científica.
Las principales amenazas que enfrentan esta especie, según apunta la Lista Roja de Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, es la pérdida de hábitat provocada por la agricultura y las plantaciones madereras.
En ese sentido, los investigadores apuntan a que es necesario avanzar en la protección de los ecosistemas en el Cerrado, donde habita esta especie. De lograrse su conservación, se podrá eventualmente liberar en el futuro a estos polluelos para aumentar su población salvaje.
Ya se están logrando algunos avances en este sentido. Por ejemplo, el proyecto SAVE Brasil, con el apoyo del Parque Estatal de Botumirim, decidió suspender las visitas a la Reserva Natural de la Paloma de Ojos Azules para reducir el estrés ambiental sobre las aves silvestres que quedan.
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