
El pronóstico de David Wallace-Wells es contundente: “¿Qué está por venir? Mucho más fuego, con mucha más frecuencia,que abrasará una superficie mucho mayor”. / Cortesía Penguin
Los incendios forestales no son una desgracia únicamente estadounidense; son una pandemia global. En la helada Groenlandia, parece que en 2017 se quemó una superficie diez veces mayor que en 2014; en Suecia, en 2018, los bosques en el círculo ártico ardieron en llamas. Los incendios que se producen tan al norte pueden parecer inocuos, en términos relativos, ya que en esas zonas hay poca población, pero están aumentando más rápido que en otras latitudes, y preocupan muchísimo a los climatólogos: el hollín y la ceniza que desprenden puede...
Por David Wallace-Wells * / ESPECIAL PARA EL ESPECTADOR
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