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Los incendios en Colombia ya han afectado más de 17.000 hectáreas. Algunas de las zonas que tardarán más en recuperarse son aquellas dentro de los Parques Nacionales Naturales, que incluyen ecosistemas de toda índole, desde los bosques hasta los páramos. Aunque las imágenes de, por ejemplo, frailejones quemados han despertado dolor y algo de indignación en redes sociales, no es aconsejable y no sería de ayuda ir a ahora esas zonas a resembrar plantas, como lo han sugerido personas en redes sociales o incluso políticos.
La Red Colombiana de Restauración Ecológica fue clara en las últimas horas: “restaurar no es solo sembrar árboles”. Los expertos explicaron que para lograr una recuperación óptima se necesita un conocimiento detallado del ecosistema, el disturbio y las especies de plantas presentes y pasadas. “Los esfuerzos aislados de plantar árboles y reforestar sin conocimiento pueden traer grandes problemas a largo plazo”, advirtió la Red. Se refieren, por ejemplo, a que los árboles tendrían poca probabilidad de supervivencia y se podría llevar al ecosistema a un estado que no sea conveniente para el equilibrio natural en el que debe estar.
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La temporada actual, además, no es propicia para hacer siembra de árboles, “ya que vamos a desgastar recursos que podrían aprovecharse en otras acciones más urgentes, como apoyar a los organismos de gestión del riesgo como bomberos y defensa civil”, dijo la Red. Hay que recordar que el país atraviesa por su temporada seca normal, que transcurre entre los meses de diciembre a marzo, donde hay baja disponibilidad de agua y temperaturas altas. Pero además, el país vive un fenómeno de El Niño que ha presentado características singulares y ha elevado la intensidad del calor a registros poco usuales.
Esto ha preparado el terreno para los incendios (la mayoría producidos por la actividad humana). Decenas de hectáreas de páramo, por ejemplo, se han visto afectadas, poniendo en peligro un ecosistema vital. Estos páramos son esenciales para la biodiversidad, la captura de carbono y la provisión de agua para el 70% de la población colombiana. La recuperación de los páramos es un proceso largo y complejo, con estimaciones que sugieren que la vegetación puede tardar entre 12 y 100 años en regenerarse completamente. La pérdida de materia orgánica del suelo debido al fuego puede afectar negativamente la capacidad de retención de agua y la salud general del suelo, lo que subraya la fragilidad de estos ecosistemas.
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“Entendemos las buenas intenciones de la ciudadanía, colectivos ambientales y empresas que quieren contribuir a revertir esta situación, ante la impotencia de observar cómo se queman las coberturas de bosques y páramos, y que eso genere que la fauna que desplazarse y esto genere impactos (heridas o muerte)”, dice la Red, pero, agrega, “la restauración ecológica es una actividad compleja e integradora que debe estar direccionada por las entidades ambientales competentes y aliados con un conocimiento detallado del ecosistema”. Además, ir en este momento a las zonas afectadas podría entorpecer la actividad de los bomberos e incluso poner en peligro la vida.
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