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Es posible que una de las primeras imágenes que se nos vengan a la cabeza cuando pensamos en Alaska es la de una región muy fría. Como está ubicada al extremo noroccidental de Norteamérica, un poco más arriba de Canadá, la mayor parte de su territorio suele tener un clima ártico. En invierno, las temperaturas están con frecuencia varios grados bajo cero.
Pero, por estos días, algo inusual está pasando en Alaska. El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos emitió la primera alerta de calor que se ha presentado en el Estado. En un aviso del 16 de junio, desde las ciudades de Fairbanks (al interior) y Juneau (en la costa sudeste), advirtió que la temperatura podía llegar a 31,1° C.
Eso es particularmente inquietante por tres razones: la primera es porque con el calor se puede derretir la nieve en poco tiempo y podría generar inundaciones. De hecho, hasta el 17 de junio, el Servicio Meteorológico mantenía la “vigilancia de inundaciones por deshielo”, lo cual podría afectar carreteras, pistas de aterrizaje e infraestructura de baja altitud.
“Los niveles de los ríos están comenzando a alcanzar su punto máximo”, indicó. “Las personas que viven a lo largo de arroyos deben permanecer alertas y estar preparadas paraTome medidas si se emite una advertencia o aviso, o si se producen inundaciones”.
El otro motivo tiene que ver con una situación que ya están experimentando otras regiones: puede haber una rápida ignición, dice esa entidad, y se pueden propagar incendios de manera muy veloz. Al parecer, los bomberos van a tener que estar alerta en caso de que continúen presentándose esas temperaturas.
La otra razón por la cual es inquietante lo que está sucediendo en Alaska tiene que ver con las condiciones particulares de esa región. Como le dijo al portal BlueSky el climatólogo Brian Brettschneide, no es un territorio habituado para esas condiciones. Las casas, incluso, están diseñadas para enfrentar el frío; no el calor.
Por eso, una de las recomendaciones que han hecho las autoridades está dirigida al cuidado que debe tener la población frente al incremento súbito de temperaturas. Piden tener especial precaución con los niños y con quienes sientan síntomas de agotamiento al estar expuestos al sol.
Aunque es una situación que ha prendido las alarmas, en los últimos años ya la comunidad científica ha advertido que Alaska ha estado presentando cambios asociados al cambio climático.
“La pérdida de hielo marino, el deshielo del permafrost y otros cambios climáticos en Alaska están transformando los ecosistemas, alterando las prácticas culturales, perjudicando la pesca y otros medios de vida, agravando las disparidades sanitarias y poniendo en riesgo la infraestructura”, se lee en las primeras líneas del informe The Fifth National Climate Assessment (NCA5), publicado en 2023.
Una frase podría resumirlo: “Alaska se está calentando dos o tres veces más rápido que el promedio mundial”.
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