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Hace unos días en la página del Guinness World Records se publicó una particular noticia: una tortuga de la especie Aldabrachelys gigantea hololissa se acaba de convertir en la tortuga más vieja de la historia. Al menos, de la que se tiene conocimiento. (Lea La isla Ají, el lugar que Colombia declaró como área protegida)
Su nombre es Jonathan y tiene 190 años de edad. Luego del 2021 superó el récord que tenía otro ejemplar de la especie Astrochelys radiata que había vivido 188 años y murió en 1965. (Vea Persiguiendo anguilas: la millonaria y desconocida pesca del Caribe)
Jonathan vive en Santa Helena, una isla en el Océano Atlántico Sur a la que llegó cuando tenía 50 años. Provenía de Seychelles, un país africano, y le fue regalada al gobernador de la isla. Desde entonces, ha vivido en la residencia de los 31 mandatarios que han ocupado el cargo. Hoy habita sus jardines en compañía de otras dos tortugas gigantes.
La tortuga se ha convertido en un símbolo del lugar. “Es un ícono local, un símbolo de persistencia frente al cambio”, le dijo a Guinness Record Joe Hollins, veterinario de la tortuga.
“A pesar de su edad, Jonathan todavía tiene una buena libido y se le ve frecuentemente apareándose con Emma y, a veces, con Fred (como se llaman los otros ejemplares)”, aseguró Hollins.
Aunque le fallan los sentidos de la vista y el olfato, según el veterinario, aún tiene mucha energía y, en términos generales, tiene buen estado de salud.
Anteriormente, Jonathan también había sido reconocido como el animal terrestre vivo más antiguo del planeta. En el mar hay otras especies, como los los tiburones de Groenlandia (Somniosus microcephalus) que pueden vivir más de 250 años.