
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El satélite que le seguía las pista a las emisiones de metano en el mundo se quedó sin energía, según informó el equipo detrás de este programa de monitoreo. De acuerdo los investigadores, se trata de una falla “que probablemente no sea recuperable”.
Por más de dos semanas, los controladores de la misión no pudieron contactarse con el satélite, y esta semana se confirmó que este se quedó sin energía por causas que aún son materia de investigación.
“Aunque se trata de una noticia difícil, no es el final del esfuerzo global de MethaneSAT ni de nuestro trabajo para reducir drásticamente las emisiones de metano”, indicó el equipo, a través de un comunicado.
On Friday, June 20 we lost contact with our methane-measuring satellite. Despite considerable efforts we were unable to reestablish contact. This morning we learned that the satellite has lost power, and it is anticipated to be unrecoverable.
— MethaneSAT (@MethaneSAT) July 1, 2025
The MethaneSAT mission has been a… pic.twitter.com/0mFpDNJCsI
El satélite, que tenía una vida útil de cinco años, fue lanzado en marzo de 2024 con el objetivo de recolectar y publicar datos sobre las emisiones de metano en el mundo, en particular en zonas de producción de gas y de petróleo. Detrás de esta iniciativa se encuentra la ONG estadounidense Environmental Defense Fund (EDF), que recibió apoyo de varios inversores para reunir los US$ 88 millones que costó fabricar y poner en órbita el satélite.
Después del dióxido de carbono (CO₂), el metano (CH4) es el segundo gas de efecto invernadero antropogénico más importante. En la década de 2010 contribuyó con 0,5 °C al calentamiento global respecto a finales del siglo XIX, dos tercios del que aporta el CO₂, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Pero tonelada a tonelada, este gas de vida corta es mucho más potente que el dióxido de carbono, ya que calienta la atmósfera casi 90 veces más rápido durante los primeros 20 años tras su liberación, y 30 veces más en el siglo posterior.
Para seguirle la pista a este gas, el satélite llevaba un sensor infrarrojo que tiene la capacidad de captar imágenes con una resolución cercana a los 140 metros. Los satélites que hacen rastreo de emisiones de metano actualmente trabajan con resoluciones por encima de los seis kilómetros, por lo que se trata de la mejor tecnología hasta el momento.
“Los avanzados espectrómetros desarrollados específicamente para MethaneSAT cumplieron o superaron todas las expectativas a lo largo de la misión. En combinación con los algoritmos y el software de la misión, demostramos que el instrumento de alta sensibilidad podía ver las emisiones totales de metano, incluso a niveles bajos, en amplias zonas, incluyendo tanto las grandes fuentes como las más pequeñas que representan una gran parte de las emisiones totales de metano, que no eran visibles desde el espacio hasta MethaneSAT”, indicó EDF, a través de un comunicado.
De acuerdo con la misión, los datos del satélite tenían la misión de que los gobiernos y a la opinión pública conocer de dónde procede este gas que calienta el planeta y quién es responsable de ello.
Por el momento, el equipo de investigadores continuará procesando los datos recopilados por la misión y publicará un nuevo reporte sobre las emisiones de metano en diferentes regiones con producciones de petróleo y gas recopiladas hasta ahora.
Además, se adelanta una investigación para detectar las posibles causas de la pérdida de energía por parte del satélite, cuyos resultados serán compartidos en un reporte adicional.
Emisiones de metano aumentan a velocidad récord
El mundo no ha frenado las emisiones de metano, uno de los principales impulsores del cambio climático. Más de 150 países se han comprometido en la iniciativa Global Methane Pledge (GMP) a reducir sus emisiones de este gas en un 30 % esta década, pero una investigación publicada a finales de 2024 encontró que en los últimos cinco años han aumentado más rápido que nunca
Las concentraciones medias globales de metano alcanzaron las 1.931 partes por mil millones (ppb) en enero de 2024. En años anteriores, aumentaron en 15, 18, 13 y 10 ppb cada año desde 2020 hasta 2023, respectivamente, el segundo, primero, cuarto y decimocuarto aumentos más grandes desde que comenzó la serie temporal de metano de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos en 1983.
Esta tendencia “no puede continuar si queremos mantener un clima habitable”, escriben los autores de un artículo publicado en septiembre de 2024 en la revista Environmental Research Letters para poner el problema en perspectiva, junto con datos presentados en la revista Earth System Science Data.
La tendencia actual conduce a un calentamiento global superior a 3 grados Celsius a finales de este siglo. “Ahora mismo, los objetivos del Global Methane Pledge parecen tan lejanos como un oasis en el desierto”, afirma Jackson, “y todos esperamos que no sean un espejismo”
🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜