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Si hay que pensar en una especie que haya conquistado el mundo, esa podría ser el cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii). Aunque es originario del sur de Estados Unidos y el noreste de México, está presente en la mayoría de los continentes, excepto en la Antártida y en algunas partes de Oceanía, como Australia. Se extendió por todo el globo porque los seres humanos pensaron que era una gran idea para satisfacer la demanda de proteína.
A Colombia llegó en 1985 porque la empresa Agropecuaria Heliodoro Villegas Sucesores S. A. lo introdujo como especie experimental con el permiso sanitario del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) O. N. 867-85t. Su objetivo era observar la reproducción del cangrejo rojo en cautiverio. “La especie llegó por su crecimiento veloz, su aporte de proteínas y su resistencia a condiciones ambientales adversas. Se quería fortalecer la seguridad y la soberanía alimentaria con este animal”, recuerda Vladimir Rojas, biólogo marino e investigador en Wildlife Conservation Society (WCS).
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