Jose Rosendo Pulido trabaja hace más de 40 años en los alrededores del nevado del Ruiz. Le tocó sufrir la erupción del volcán en 1985 que sepultó a Armero y, a pesar de casi perder su casa, decidió seguir viviendo allí. Ahora es papero en Murillo, Tolima, y confiesa que a pesar del “rumbido”, como él llama al crepitar del cráter del volcán, seguirá viviendo allí hasta su muerte.
Desde el 5 de septiembre de 2012, el volcán nevado del Ruiz se encuentra en alerta amarilla. Desde entonces cae ceniza constantemente en algunos municipios cercanos. Desde el Servicio Geológico Colombiano hacen un llamado a los habitantes de las 19 poblaciones que están en la zona de influencia para mantener la calma sin dejar de lado las medidas de precaución ante una eventual erupción.
