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“Vuelve el plástico”, fue la frase con la que, por medio de sus redes sociales, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que firmara un decreto en contra de los pitillos de papel, que son mucho más ecológicos. “Firmaré una orden ejecutiva para poner fin a la ridícula campaña de Biden a favor de las pajitas de papel”, dijo el mandatario.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) February 7, 2025
Joe Biden, predecesor de Trump, tenía como uno de los objetivos de su mandato eliminar, en la medida de lo posible, el uso de elementos de plástico de un solo uso, como los pitillos, platos desechables o bolsas plásticas. En el decreto que había firmado establecía que para 2035, en los departamentos y organismos federales ya no se podrían emplear estos productos.
Esta decisión se suma a la de hace un par de semanas, cuando dijo que Estados Unidos buscará, por segunda vez, retirarse del Acuerdo de París. El anuncio, que fue divulgado en un documento de prensa, refleja el escepticismo del presidente Trump sobre el cambio climático y encaja con sus ambiciones aumentar la exploración de petróleo y gas en el país.
De hecho, durante su discurso de posesión, que se llevó a cabo el pasado 18 de enero, aseguró que Estados Unidos será “una nación rica de nuevo, y el oro líquido debajo de nuestros pies nos ayudará en esa tarea. Vamos a terminar con el Nuevo Pacto Verde y revocar el mandato relacionado con los vehículos eléctricos en el país”.
Contaminación por plásticos
Los plásticos de un solo uso son aquellos elementos que están elaborados, en su mayoría, a base de combustibles fósiles y se desechan inmediatamente después de su uso. Entre estos están los pitillos, las bolsas para embalar periódicos y revistas, así como recipientes para empacar alimentos y llevarlos a domicilio.
Su impacto para el ambiente, como explicaba en esta nota María Alejandra González, asesora de política regional para plásticos de WWF para Latinoamérica y el Caribe, es enorme, pues es un producto que se desecha con rapidez y es mucho más difícil de recolectar una vez utilizado, por lo que tiene una mayor probabilidad de llegar a la naturaleza. “Al año se producen casi 200 millones de toneladas de plástico y el promedio indica que solo el 9 % se recicla y apenas el 2 % de los plásticos logran la circularidad; es decir, logran culminar su ciclo de vida”, añadió.
El ecosistema más afectado, según WWF, son los océanos, que cubren más del 70% de la superficie del planeta y tiene funciones muy importantes como la regulación de la temperatura, el oxígeno y la seguridad alimentaria de millones de personas. De acuerdo con las cifras de la ONG, al año, 11 millones de toneladas de residuos plásticos entran a los océanos, lo que es equivalente a arrojar al mar un camión lleno de plástico por minuto.
La ONG también advierte que, en la actualidad, más de dos mil especies marinas encuentran contaminación por plástico en sus entornos naturales y que, además, el 88% de estas especies se han visto afectadas negativamente por esta situación. Al igual que los océanos, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, advierte que las playas también han sufrido graves consecuencias: siete de los diez elementos principales encontrados en las playas del mundo son plásticos de un solo uso.
Las organizaciones en más de una oportunidad han advertido que si no se toman acciones urgentes ahora, se espera que la producción de plástico se duplique para 2040.
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