Testimonios de sobrevivientes al incendio en Londres

Sobrevivientes de la tragedia dijeron haber visto a gente cayendo o saltando desde la torre residencial de 120 departamentos y 24 pisos. Otros testigos relataron cómo la gente dejaba caer a sus hijos desde las ventanas para intentar, en un gesto desesperado, salvarlos.

Redacción Internacional/AFP
14 de junio de 2017 - 08:03 p. m.
El fuego consumió el edificio de 27 pisos en Londres.  / AFP
El fuego consumió el edificio de 27 pisos en Londres. / AFP

Lo que se vivió en el edificio de viviendas sociales de 24 pisos en Londres fue un infierno. Al caos que generaron la llamas se sumó la improvisación de los cuerpos de emergencia, que en un momento se vieron desbordados por la conflagración. Hoy lo que se escuchan son reclamos de los sobrevivientes (por la "pésima" administración del edificio) y testimonios de cómo muchos trataron de salvarse.

"Puedo confirmar que murieron 12 personas" pero "desgraciadamente me temo que el saldo aumentará", declaró Stuart Cundy, comandante de la Policía Metropolitana londinense. Muchas personas siguen desaparecidas, advirtió. Setenta y ocho personas fueron hospitalizadas, de las cuales 18 estaban en estado crítico.

Sobrevivientes de la tragedia dijeron haber visto a gente cayendo o saltando desde la torre residencial de 120 departamentos y 24 pisos. Otros testigos relataron cómo la gente dejaba caer a sus hijos desde las ventanas para intentar, en un gesto desesperado, salvarlos.

Un bebé se salvó tras ser arrojado por una mujer desde el noveno o décimo piso del bloque, que incluye vivienda de protección oficial -la que se ofrece a las personas sin recursos económicos-, explicó una vecina, Samira Lamrani, a la agencia de noticias PA.

Lamrani, que se encontraba debajo del edificio de 120 apartamentos, situado en el barrio de Kensington, relató como, desde la calle, podía ver "a gente en las ventanas, golpeando frenéticamente y gritando".

"En una de las ventanas, en el noveno o décimo piso, había una mujer haciendo señas, explicando que iba a tirar a su bebé y que si alguien podía cogerlo", contó.

Fue un hombre, según afirmó Lamrani, quien escuchó la súplica de la mujer y consiguió atrapar al niño, que al parecer sobrevivió.

"Escuché gritos por todos lados y vi gente saltar desde las ventanas. Las llamas devoraban la torre. Era un horror", contó a la AFP Khadejah Miller que vive en un edificio aledaño y que fue evacuado por precaución.

Salah Chebiouni, de 45 años, que logró salir a tiempo de la torre, declaró a la AFP que olía "plástico quemado" y lamentó los trabajos de renovación baratos. "Tenía el aspecto de metal. Creía que habían hecho algo bueno. Pero era plástico", dijo.

"Al parecer, como en otros casos de incendios en otras partes del mundo, la naturaleza del revestimiento exterior es responsable de la rapidez con que el fuego se propaga", comentó Angus Law, especialista del tema en la universidad de Edimburgo.

En noviembre de 2016, se afirmaba que "solamente una catástrofe podría demostrar la incompetencia del propietario y acabar con las negligencias observadas en lo referente a las reglas de seguridad".

"Se hicieron oídos sordos a todas estas advertencias, cuando una catástrofe como ésta era inevitable", comentó el colectivo tras el drama.
David Collins, expresidente de la asociación de residentes de la torre explicó a la AFP que estaba conmocionado pero no sorprendido por la magnitud del incendio.

"Teníamos tantas inquietudes. Sobre la localización de los sistemas de calefacción, sobre las salidas de socorro y la posibilidad de entrar y salir del inmueble, o sobre la iluminación... Incluso he escuchado que las alarmas de incendio ya no se activaban", dijo.

¿Qué pasó?

Aún se desconocen las causas del incendio. Pero las críticas comenzaron a escucharse entre los residentes que denuncian la insuficiencia de la empresa responsable de la gestión del edificio y de las autoridades locales.

Un "90% de los residentes firmaron a fines de 2015 una petición quejándose por la mala gestión de la empresa responsable del mantenimiento del edificio. "El administrador me amenazó personalmente", lamentó David Collins, presidente de la asociación de residentes de la torre hasta octubre pasado.

"Escuché que algunas alarmas de incendio no funcionaron, no me sorprende. Estoy consternado, mortificado, pero no sorprendido", agregó, interrogado por AFP.

David Collins también señaló la responsabilidad de Borough (municipalidad) del barrio de Kensington y Chelsea. "Les informamos de nuestras preocupaciones y pedimos una investigación independiente pero no nos escucharon", lamentó.

Según documentos difundidos en internet un colectivo de residentes se había quejado en varias ocasiones estos últimos años del estado del edificio y de los posibles riesgos de incendio.

"Nadie quiso hacer caso a todas nuestras advertencias, una catástrofe como ésta era inevitable", publicó en su blog el Grupo de Acción de Grenfgell luego de la catástrofe.

Nana Akuffo, habitante de una torre vecina, estimó que esos problemas "se habrían solucionado" si se tratase del barrio chic de Knightsbridge.
Según varios residentes los trabajos de renovación del año pasado podrían haber favorecido la propagación del fuego, extremadamente rápida.

 

Por Redacción Internacional/AFP

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