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'Restrepo' es un documental que relata cómo el segundo pelotón estadounidense de la 173° Brigada Airborne, que operaba en el valle Korengal de Afganistán, sostuvo en 2007 un combate contra los talibanes que quedó registrado en 150 horas de grabación.
Este filme fue grabado por el galardonado fotoperiodista Tim Hetherington ('La tormenta perfecta') y el periodista y escritor Sebastian Junger, quien luego de viajar a la zona con el fin de elaborar varios reportajes para Vanity Fair, terminó publicando 'War', un libro que se fue un éxito de ventas y que sería editado en español en 2011.
'Restrepo', que fue ganador del Gran Premio del Jurado para Documentales en el Festival de Sundance 2010, se estrenará en Latinoamérica este 19 de noviembre a las 7 de la noche por NatGeo. Este trabajo está preseleccionado por la Academia de Hollywood para competir en los premios Oscar de 2011.
La historia comienza cuando Hetherington y Junger hicieron durante 15 meses cinco viajes largos al valle de Korengal, donde estaba ubicada una remota base estadounidense. Junger, según publica El País de España, describió el sitio como "demasiado remoto para ser conquistado, demasiado pobre para ser intimidado, demasiado autónomo para ser comprado".
Es así como este documental narrado por los soldados del segundo pelotón, cuenta cómo 'Restrepo' es un puesto estratégico que tomó su nombre en honor al médico colombiano Juan Restrepo, quien murió cuando el campamento en el que estaban 50 estadounidenses fue atacado por los talibanes.
Al final del despliegue, Hetherington y Junger habían filmado 150 horas de combate, desde el aburrimiento, el humor, el terror y la vida cotidiana en el puesto de combate.
Algunos días, el puesto era atacado tres o cuatro veces desde distancias no mayores a 50 metros. Hetherington y Junger - a veces trabajando juntos, a veces en forma individual - hacían todo lo que hacían los soldados, excepto hacer guardia o disparar durante los tiroteos. Dormían junto a los soldados, comían con ellos, sobrevivían el aburrimiento, el calor y el frío y las moscas junto a ellos, salían a patrullar con ellos, y eventualmente llegaron a ser considerados prácticamente parte del pelotón.
Las condiciones para filmar no podrían haber sido más duras. Las montañas de los alrededores se elevaban a más de 3.000 metros y todo era atravesado a pie. Las operaciones de larga duración implicaban llevar baterías suficientes para la cámara para que duraran una semana o más, además de los más de 20 kilos de equipos requeridos incluso en las patrullas comunes. Sólo la cercana relación de los cineastas con los soldados les permitió filmar en situaciones en las que otros periodistas deberían haberse detenido.
Antes de la retirada de EE.UU., del valle de Korengal - un abrupto barranco 10 kilómetros de longitud cerca de la frontera con Pakistán - fue el epicentro de la guerra de EE.UU. en Afganistán. Fue considerado un punto de relevo crucial para los combatientes talibanes de Pakistán en movimiento hacia Kabul, y se cree que varios líderes top de Al Qaeda lo han utilizado como base de operaciones.