Aunque conducir es una experiencia bastante intuitiva y la anatomía de los vehículos es en esencia la misma, para aprovechar al máximo todas las posibilidades de un Jeep Wrangler y disfrutar de una aventura off road fuera de serie definitivamente hay que aprender.
Y eso es precisamente lo que comenzarán a hacer los propietarios de estos vehículos todos los sábados y domingos en un circuito de 60 kilómetros en la sabana de Bogotá, que incluye un ascenso de 1.200 metros durante los cuales se pasa de 2.700 a 3.300 metros de altura sobre el nivel del mar.
Serán jornadas de aproximadamente ocho horas cada una en las que participarán máximo ocho carros en compañía de pilotos expertos, que les enseñarán a los dueños y sus acompañantes a poner a prueba la escualización, el torque a baja revolución para superar obstáculos, la caja secuencial en condiciones extremas, las capacidades del vehículo para afrontar inclinaciones laterales a más de 38 grados y el correcto uso del bajo, entre otras posibilidades.
Antes de arrancar, los participantes recibirán una corta pero completa inducción a los conceptos y técnicas básicas para sacarle el jugo a este icónico todoterreno, sucesor de uno de los vehículos militares más utilizados por el ejército de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Esta iniciativa de la red autorizada de concesionarios Chrysler Colombia forma parte de las actividades que se han implementado, entre ellas la Manada Jeep, para acercar a los amantes de la marca y fortalecer la comunidad de propietarios de un Wrangler. El objetivo, explican los directivos, “más allá de invitar a los nuevos aventureros a explorar los terrenos más difíciles es conseguir que los dominen”.
Aunque este ciclo gratuito de emocionantes capacitaciones comenzará en Bogotá, el propósito a mediano plazo es extenderlas a otras ciudades del país. Por el momento, quienes estén interesados en recorrer de una manera distinta los alrededores de la capital podrán inscribirse a través de la fan page de Facebook “Soy parte de la Manada Jeep”.
Una vez cumplidas las ocho horas de experiencia, entre lecciones y práctica, los participantes recibirán un diploma que los certifica como hábiles pilotos, capaces de llegar a donde quieren y siempre listos para dominar los territorios más agrestes de nuestra geografía colombiana a bordo de un Jeep.