Hace 44 años, en 1975, en el estadio olímpico de Múnich (Alemania), surgía un auto que dejaría una huella sempiterna en el mundo motor. Se trataba del BMW Serie 3, un auto que definió la manera en que se debían hacer los sedanes deportivos del segmento premium.
Fue el inicio de una historia de éxito. El Serie 3 se convirtió en la bandera de BMW y es el modelo más vendido de la marca germana. Más de 14 millones se han vendido en su historia, de más de cuatro décadas, y representa aproximadamente una tercera parte de las ventas totales de BMW.
Es un auto que ha sido digno de numerosos reconocimientos, pero, sobre todo, es un vehículo que se ha hecho un lugar especial en el corazón de todos los apasionados a los motores, pues encarna todo lo que debe ser un sedán deportivo.
Una mezcla solemne, que combina estilo, practicidad y emocionante manejo, ha constituido al Serie 3 como un auténtico ícono del mundo motor. Su reputación lo ubica como uno de los grandes de la industria y por eso es hoy el auto bandera de la marca.
Décadas de evolución han permitido perfeccionar y refinar la fórmula del Serie 3 y la nueva generación, la séptima del modelo, es prueba de esto.
Bautizada como G20, la más reciente edición del mítico sedán, que debutó a finales del año pasado, sigue la tendencia de las demás generaciones de este auto: evoluciona y no revoluciona. Un hecho positivo, pues error sería transformar una receta que ya era casi perfecta.
A su esencia exterior se le ha inyectado una dosis de carácter. Líneas más agresivas, atrevidas y marcadas dan más presencia al nuevo Serie 3. Lo caracteriza el dinamismo y deportivismo de su look que integra el nuevo lenguaje de diseño de la marca. Lenguaje que hace destacar los autos de la marca en la calle, haciéndolos más deseables que nunca.
Además, formas trapezoidales y tridimensionales, y una agrandada y distinguida presencia de los característicos “riñones” en la parrilla, que hacen únicos los autos de la marca, complementan el ADN mejorado que seduce y cautiva. ADN que hace de este un carro que roba miradas.
Es más largo, más ancho, más alto y, por tanto, más grande que su predecesor. Por esto, el nuevo Serie 3 es más cómodo que el modelo al que reemplaza.
Por dentro, una atmósfera futurista pero familiar envuelve a los ocupantes. Los creadores del nuevo Serie 3 aciertan en combinar la modernidad con la tradición en la cabina del auto, pues, pese a ser una de las más tecnológicas y modernas de su segmento, conserva el código genético que desde siempre ha caracterizado los autos del fabricante alemán.
Tintes de negro, pinceladas de acero y una sutil y elegante iluminación adornan un habitáculo sólido, que incorpora detalles de diseño en armonía con el cuerpo exterior del carro. Conforman un espacio cuyo diseño tiene al conductor en mente y que busca hacer gratificante y cómoda la experiencia de manejo.
La era digital dice presente en el nuevo Serie 3 y es que, por primera vez en la historia del modelo, las agujas análogas son sustituidas por el BMW Live Cockpit: una pantalla de 5,7’’ que muestra al conductor de manera precisa y configurable toda la información relacionada con el manejo.
A esta la complementa una pantalla táctil de 8,8’’, desde donde se controla todo el sistema de información y entretenimiento del vehículo. Esta incorpora la más reciente versión del BMW iDrive y, además, soporta la interfaz de Apple CarPlay.
Asistentes de manejo adicionales, como el Parking Assistant, siguen la tendencia a la automatización de la industria automotriz. Este sistema, compuesto por numerosos sensores, no solo ayuda a que el vehículo se pueda parquear solo, sino que también lo hace capaz de memorizar los movimientos del conductor para después imitarlos en reversa, lo cual facilita la salida de estacionamientos complejos.
Un motor de gasolina BMW TwinPower Turbo de 1.998 cc es el alma del nuevo Serie 3, que ya se vende en Colombia. Esta poderosa planta motriz produce 258 caballos, que pueden llevar el vehículo a una velocidad máxima de 250 km/h y de 0 a 100 km/h en solo 5,8 segundos. Este motor, además de veloz y potente, encarna el espíritu BMW de crear una experiencia de manejo única y emocionante.
En definitiva, la séptima generación del Serie 3 mantiene la reputación, el legado y la tradición que por décadas han hecho grande a este auto. Desde cualquier óptica, esta evolución representa una mejora a su antecesor y por esto el modelo ícono de BMW podrá mantenerse vigente como uno de los grandes emblemas del universo motor.