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La renovación del portafolio de Chevrolet no para. Con nueva versión de un favorito de los colombianos, el Spark GT, y un nuevo vehículo fabricado hasta la última tuerca en Colombia, la casa del corbatín arrancó el 2018 a toda máquina. Con diseños frescos, conectividad y rendimiento económico, el objetivo es el público joven.
El fabricante de Detroit arrancó muy temprano, a finales del mes pasado, con el lanzamiento de la nueva versión del Spark, un compacto que desde su llegada al país en 2004 ha vendido 230.000 unidades y que este año, con el rediseño del modelo GT, aspira a sumar 800 más cada mes. Para lograrlo, llega con una recarga de tecnología y eficiencia.
Los cambios para el hatchback arrancan desde el exterior, que ahora es menos agresivo. Las líneas angulosas a las que nos tenía acostumbrados la versión deportiva del Spark han sido suavizadas, dándole una forma más curva y estilizada. A esto se suman los faros halógenos, con una forma más amplia, alargada hacia la cabina. La parte trasera trae un guardafangos más pronunciado y del mismo color que el resto de la carrocería en vez de negro.
A nivel interior, el compacto gana más estilos con mayor presencia de apliques y detalles metálicos, telas de mejor calidad en la cojinería y una nueva textura para el tablero de instrumentos, que ahora se siente más cercano al conductor. En suma, la disposición de todas estas características le dan una sensación más espaciosa. Como novedad, ahora viene equipado con computador a bordo y sistema de infoentretenimiento My Link, con pantalla táctil de siete pulgadas compatible con Android Auto y Apple Car.
En materia de desempeño, el Spark GT mantiene el mismo motor 1,2 litros y 80,5 caballos de fuerza conectado a una transmisión mecánica de cinco velocidades. La novedad, sin embargo, es el reemplazo de la dirección hidráulica por una electro-asistida, que no sólo cambia las relaciones de cambios para darle más brío al vehículo, sino que también es más segura y mejora el consumo de combustible, que ahora es de 70 km/galón.
El mismo corazón se puede encontrar bajo el capó del segundo lanzamiento de la marca estadounidense, revelado esta semana, el Chevrolet Beat, un sedán deportivo mucho más espacioso que su hermano mayor, con 3,9 metros de largo frente a los 3,6 del Spark. Esta diferencia se ve reflejada en el baúl trasero, con capacidad de 390 litros. Se trata de un vehículo que requirió una inversión de $22.000 millones y el trabajo conjunto de 70 colombianos y 15 coreanos para ser fabricado.
Al realizar las pruebas de ruta de ambos vehículos, se puede comprobar que el combo de dirección, transmisión y motor (que usa cadena de repartición, mucho más duradera que una de distribución) les entrega a ambos vehículos mayor firmeza a altas velocidades y una suavidad muy cómoda en las bajas. Son carros que no sufren para alcanzar altas velocidades: corren y corren bien.
Otras características que comparten son la conectividad y el nivel de equipamiento de las versiones. Primero está LS, con manijas y espejos negros, así como rines 14” en acero. Estos últimos repiten en la edición LZ, que incluye control eléctrico de las ventanas delanteras, el computador a bordo, el sistema My Link y controles de audio en el volante, además de los detalles en el color de la carrocería. Casi lo mismo aplica para los modelos LTZ, que ofrecen control eléctrico para los cuatro vidrios y los retrovisores, algunos detalles cromados y cámara de reversa.
Además, en materia de seguridad, ambos autos traen de serie dos airbags y frenos con sistemas ABS y EBD. Con precios que oscilan entre $34’900.000 y $39’900.000 para Spark GT y $35’990.000 y $41’600.000 para Beat, Chevrolet le trae a los colombianos dos dignos contendientes al tan competitivo segmento de los autos compactos.