China presentó una queja ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por el unilateralismo y las “prácticas proteccionistas comerciales de Canadá”, según ha dicho este miércoles un portavoz del Ministerio de Comercio, refieriéndose a los aranceles que el país norteamericano ha impuesto del 100% a los vehículos eléctricos de batería (BEV) importados de China.
La acción fue anunciada hoy por el Ministerio de Comercio de China en un comunicado en su página web, que acusa a Ottawa de "hacer caso omiso de los hechos objetivos, de las normas de la economía y el comercio internacionales, de las objeciones y el desaliento de muchas partes" y de "insistir en seguir a ciertos países para tomar medidas unilaterales de contención contra China", en referencia a Estados Unidos.
Las autoridades chinas argumentan que las acciones canadienses "violan los principios de la economía de mercado y la competencia leal, socavan gravemente la cooperación económica y comercial normal entre las empresas de China y Canadá, afectan gravemente a las relaciones económicas y comerciales entre los dos países, y perturban la cadena industrial y la cadena de suministro mundiales".
La cartera de Comercio china instó asimismo a Ottawa "a considerar la cooperación económica y comercial bilateral de forma racional y objetiva", "a respetar los hechos y atenerse a las normas de la OMC" y "a no alejarse cada vez más del camino correcto".
"China tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar con firmeza los derechos e intereses legítimos de las empresas china", sentencia el comunicado del ministerio.
Asimismo, ha sostenido que la parte canadiense ha ignorado repetidamente los hechos objetivos, ha ignorado las reglas económicas y comerciales internacionales y ha rechazado la oposición y la disuasión de múltiples partes, insistiendo en seguir de cerca a “ciertos países” y tomando medidas unilaterales para reprimir a China.
“Lo que hizo la parte canadiense ha violado los principios de la economía de mercado y la competencia leal, ha dañado gravemente la cooperación económica y comercial normal entre las empresas chinas y canadienses, ha afectado gravemente las relaciones económicas y comerciales entre China y Canadá y ha perturbado y distorsionado las cadenas industriales y de suministro globales”, ha denunciado.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció en agosto que Canadá impondría un arancel del 100 % a la importación de vehículos eléctricos chinos, así como otro del 25 % al acero y aluminio procedentes del gigante asiático.
Canadá se alinea con EE.UU. y la Unión Europea
La imposición de aranceles del 100% a las importaciones de vehículos eléctricos fabricados en China es una medida espejo a la que el socio comercial de Canadá, EE.UU, había ya impuesto a los mismos productos.
El Ejecutivo de Trudeau justificó en su momento esta medida para “proteger a la industria de automoción canadiense, que sustenta a más de 125.000 empleos, muchos de los cuales están sindicalizados”, al tiempo que indicó que su cadena de suministro de vehículos eléctricos “se encuentra entre las primeras del mundo”.
La Unión Europea por su parte ha seguido adelante con su imposición de aranceles de hasta el 38,1% a los vehículos eléctricos fabricados en China que entran al continente. A pesar de las reuniones mantenidas con el Ministerio de Comercio chino, el bloque mantendrá los impuestos a estos productos que el Ejecutivo comunitario considera que reciben subsidios ilegales de Pekín.